Muchas dudas giran en torno a las nuevas variantes que han surgido del Covid-19, entre ellas, los síntomas que producen.
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El SARS-CoV-2, el virus que causa el Covid-19, ha tenido un gran impacto en la salud humana a nivel mundial; reportándose más de 107 millones de casos de infección y más de 2 millones de decesos a causa de este virus, según cifras del Centro de Recursos de Coronavirus de la Universidad Johns Hopkins.
Un virus no puede replicarse y propagarse por sí mismo, como señala el Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano de Estados Unidos.
Necesita un huésped en donde pueden infectar sus células para multiplicarse. En este proceso de duplicar su material genético es posible que se produzcan errores o anomalías, lo que significa que no son copias exactas del virus original.
Cuando sucede esto, se producen mutaciones y los virus que tienen estas alteraciones se denominan variantes. Estas mutaciones pueden tener diferentes resultados, como no cambiar significativamente el modo del que el virus causa enfermedades, como sucede la mayoría de veces, o dotarle de ventajas como transmitirse más fácil y que pueda evadir nuestro sistema inmunológico.
En el caso del SARS-Cov-2, que se conoció por primera vez de este patógeno en noviembre del 2019, han surgido miles de variantes.
De acuerdo al ministro encargado de la administración de vacunas de Reino Unido, Nadhim Zahawi, “hay alrededor de 4 mil variantes del virus que causa Covid-19″, según reporta Reuters.
Son embargo, a pesar que han surgido un gran número de variantes a medida que el virus muta en la replicación, es probable que solo una pequeña minoría sea importante y cambie el virus de manera apreciable, según el British Medical Journal.
Entre esta minoría se encuentran 3 variantes principales que preocupan a los expertos de salud:
- B.1.1.7 - Variante británica: esta cepa, que se detectó por primera vez en Inglaterra, tiene un gran número de mutaciones. Eso incluye una mutación en la proteína de pico del SARS-CoV-2 que parece ayudar a que el virus se adhiera más fácilmente a sus células. Como resultado, se puede propagar más fácilmente que el SARS-CoV-2 original. En enero, científicos del Reino Unido presentaron evidencia que sugiere que la variante puede ser más mortal en comparación con otras cepas. Desde entonces, el virus se ha detectado en varios países del mundo.
- B.1.351 - Variante sudafricana: esta variante tiene algunas mutaciones en común con B.1.1.7, incluidas mutaciones en la proteína de pico. La variante se detectó por primera vez en Sudáfrica a fines de enero.
- P.1 - Variante brasileña: esta variante se detectó por primera vez en Japón en un grupo de viajeros brasileños en enero de 2021. Se considera que es una cepa muy común en el estado brasileño de Amazonas y se ha detectado en países como Corea del Sur y Estados Unidos.
Desde que se conoció sobre estas variantes, surgieron varias interrogantes, tales como si se necesitan nuevas vacunas para enfrentar estas mutaciones, pero también, sobre si hay nuevos síntomas en estas cepas.
Una encuesta realizada por la Oficina Nacional de Estadística de Inglaterra (ONS por sus siglas en inglés) descubrió que la personas que dan positivo a la variante británica son más propensas a tener tos persistente, cansancio, dolores musculares, dolor de garganta y fiebre, en comparación con las que tienen la cepa original.
Particularmente, los pacientes infectados con esta variante eran significativamente menos propensos a reportar una pérdida del sentido del gusto u olfato, que está entre los síntomas mas comunes del coronavirus.
Con respecto a la variante sudafricana, expertos creen que es más infecciosa y resistente a las vacunas, pero que no tiene signos que provoque una enfermedad más grave ni tenga otros síntomas, reporta The Guardian.
*Tomado de El Universo
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