¿Cómo puede la postura afectar mi salud? Tips y consejos para mejorar

Una buena postura no solo mejora tu apariencia, sino que es crucial para tu salud a largo plazo. (Foto: The Seattle Times)

Mantener una postura correcta, ya sea en movimiento o en reposo, puede prevenir dolores, lesiones y otros problemas de salud.

Conservar una postura adecuada, tanto en movimiento como en reposo, puede ayudar a prevenir dolores, lesiones y otros problemas de salud.

Una mala postura puede afectar negativamente su salud; caminar encorvado o agachado puede:

Desalinear su sistema musculoesquelético.
Desgastar su columna vertebral, haciéndola más frágil y con tendencia a lesiones.
Causar dolor en el cuello, hombros y espalda.
Disminuir su flexibilidad.
Afectar la forma correcta de cómo se mueven sus articulaciones.
Afectar su equilibrio y aumentar su riesgo de caerse.
Hacer más difícil digerir la comida.
Dificultar la respiración.

Una mala postura provoca dolores incomodos que puede afectar tu rendimiento laboral o de estudio. (Foto: RPP)

Preste atención a su postura en actividades diarias como ver televisión, lavar los platos o caminar.
Manténgase activo; ejercicios como yoga y tai chi, que promueven la conciencia corporal, son especialmente útiles.
Fortalezca los músculos de la espalda, abdomen y pelvis para mejorar su postura.
Mantener un peso saludable es clave, ya que el exceso puede debilitar los músculos abdominales, afectar la pelvis y la columna vertebral, y provocar dolor lumbar.
Use zapatos cómodos de tacón bajo, ya que los tacones altos pueden alterar su equilibrio y afectar la postura.
Finalmente, ajuste las superficies de trabajo a una altura adecuada, ya sea al sentarse frente a una computadora, preparar la cena o comer.

Cambie frecuentemente su posición: al estar sentado.
Haga caminatas breves: alrededor de su oficina o casa.
Estire sus músculos suavemente: de vez en cuando para ayudar a aliviar la tensión muscular.
No cruce las piernas: Mantenga los pies en el piso con los tobillos un poco más adelante de sus rodillas.
Asegúrese de que sus pies toquen el piso: Si eso no es posible, use un reposapiés.
Relaje sus hombros: No deben encorvarse o estar tirados hacia atrás.
Mantenga los codos cerca de su cuerpo: Deben doblarse entre 90 y 120 grados.
Asegúrese de que su espalda tenga un buen apoyo: Use una almohada u otro soporte si su silla no tiene respaldo para la curva de la parte baja de la espalda.
Asegúrese de que sus muslos y caderas estén bien apoyados: Debe tener un asiento bien acolchado y sus muslos y caderas deben estar paralelos al piso.