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Cada quien ya sabe qué es lo mejor para su cabello y cuántas veces a la semana lavarlo. Algunos lo hacen dependiendo de lo que les gusta, según varios factores como la limpieza, el olor, la grasa, entre otros.
Desde el momento en que sales de la ducha, tu pelo empieza un proceso gradual en el que, conforme pasan los días, se va volviendo más brillante, oscuro y graso. Esto ocurre por la misma razón que la cara se vuelve grasosa: las glándulas de la piel producen una sustancia aceitosa llamada sebo. Este humecta el cabello y evita que se seque.
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Las glándulas que producen el sebo se encuentran junto a las raíces del pelo en la capa de piel llamada dermis. Los canales de las glándulas sebáceas conducen al folículo piloso y así es como esta sustancia sale de la piel y llega al cuero cabelludo.
Luego de esta información, ¿cuál es la respuesta a la pregunta? Aunque depende de cada persona, nadie debería de lavarse el pelo todos los días.
Es más, según explica la dermatóloga y directora de la clínica para el cabello del Boston Medical Center, Lynne Goldberg, lavarlo con demasiada frecuencia puede hacer más daño que bien.
Determinar cada cuánto hay que lavarlo depende del tipo de piel, textura del cabello, uso de tratamientos, entre otros.
