El caso de Sindy Paz, una abogada que murió en un ataque armado será conocido por otro juez, luego que la familia de la víctima recusara a la jueza Abelina Cruz.
Te interesa: Recusan a jueza por caso de excandidata que mandó a matar a su prima
El asesinato de la abogada Sindy Paz se registró en 2017. Fue a finales de 2024 y principios de 2025 cuando se registraron las primeras capturas.
Blanca Edelmira Saravia, su esposo Jorge Casasola y Gerardo Alexander Paniagua alias "El Gallero" están acusados del asesinato de la profesional. Saravia, fue candidata a diputada por el partido Valor pero además, era prima de la víctima.
El caso era conocido por la jueza de Mayor Riesgo D, Abelina Cruz, pero los querellantes adhesivos la recusaron por dudar de su imparcialidad.
Ante esto, la Sala Primera de la Corte de Apelaciones de Mayor Riesgo, aceptó los argumentos de los querellantes y separaron del caso a Cruz.
Entre los argumentos está, que la jueza Cruz programó una audiencia de reforma de delito a favor de Saravia, antes que una audiencia de primera declaración, cuando esta segunda debía tener la prioridad.
Este y otros argumentos convencieron a la Sala que la jueza Cruz tenía un interés en el caso por lo que decidieron apartarla del proceso. En su lugar, la jueza de Mayor Riesgo A, Claudette Domínguez, conocerá el caso.
Por el momento se debe programar audiencia de etapa intermedia.

El caso
Sindy Paz fue asesinada el 8 de mayo de 2017 en un sector de la zona 2 capitalina.
Las investigaciones determinaron que la víctima fue vigilada por los sicarios, quienes la siguieron desde que salió de su trabajo.
Además, un colaborador eficaz de la fiscalía, que participó en el asesinato, ha revelado detalles de cómo se planificó y ejecutó.
Según su declaración, él coordinó una reunión entre Jorge Casasola con "El Gallero", el coordinador de sicarios, en esa reunión acordaron cometer el asesinato, aunque al principio se hablaba de un pago de Q20 mil, Casasola le dijo que si pudiera ser menos, a lo que acordaron que el pago fuera de Q15 mil.
Al finalizar esa reunión, El Gallero recibió Q7,500 como adelanto del trabajo y acordaron que entregarían información de la víctima.
Posteriormente se volvieron a reunir para entregar el resto del dinero, en esa ocasión también iba Saravia.
Se cree que el asesinato se ordenó por problemas personales y "envidia", pues la excandidata le manifestó al colaborador que estaba "harta de su prima porque le había retenido unos cheques".
