Las imágenes de este infortunio se comparten en las redes sociales: un buzo sudafricano escapando por milagro a la muerte luego de que una ballena lo atrapara brevemente entre su mandíbula.
Rainer Schimpf, de 51 años, tuvo la peor experiencia de su vida y aunque duró unos segundos, el cetáceo de 15 metros y 25 toneladas, lo "escupió" cuando "se dio cuenta de su error", explicó.
"Había empezado a filmar delfines, tiburones, alcatraces , pinguinos y cormoranes que se alimentaban de sardinas cuando, llegando desde el fondo, un rorcual de Bryde surge súbitamente", contó a AFP este activista defensor del medio ambiente.
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"Sentí presión alrededor de mi cintura, y supe inmediatamente lo que estaba pasando", agregó. "Sólo fueron unos segundos, hasta que el rorcual se dio cuenta de su error y abrió la boca para escupirme".
La esposa del buzo, Silke, y un fotógrafo asistieron con pavor al incidente y documentaron la escena.
En unas imágenes sólo se ven las dos piernas de Rainer Shimpf fuera de la boca del rorcual, un espécimen raro y difícil de fotografiar, que se alimenta de pequeños peces y crustáceos.
El buzo, una vez a salvo, no esperó mucho para regresar al agua y continuar documentando al cetáceo.
"Verificamos si el material estaba bien, que no tenía ningún hueso o costilla rota. Todo estaba bien", contó.