Después de guardar silencio desde ese 13 de marzo en el que fue capturada, la exsubsecretaria de Protección y Acogimiento a la Niñez y Adolescencia, Anahí Keller, pidió la palabra ante el Juzgado Cuarto de Instancia Penal para relatar cómo vivió la tragedia ocurrida en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción.
Durante cinco minutos, Keller relató, mostrándose tranquila, que ella llegó al centro ubicado en San José Pinula la tarde del 7 de marzo. A su arribo vio a un grupo de menores en el portón, sin supervisión de monitores y acompañados por agentes de la Policía Nacional Civil (PNC). "Ante mi presencia no vi golpes", afirmó.
Con el propósito de que los adolescentes se calmaran, Keller buscó a los "líderes" para hablar con ellos. Durante su indagación, advirtió que uno de los dirigentes era un joven que días antes había reconocido por hacer las coreografías que se presentaron durante la celebración de carnaval, en la que todos estuvieron "alegres".
A decir de la sindicada, el joven se había "autoagredido" por lo que, tras abrazarlo, lo llevó con los bomberos y, en compañía de la defensora de la Niñez de la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH), Gloria Castro, le invitó a convocar a los líderes de los menores inconformes para establecer un diálogo. Sin embargo, el adolescente se limitó a pedirle agua.
Keller se acercó al portón para pedir a los empleados del Hogar que permanecían adentro, que le proporcionaran agua al grupo quese había fugado, pero pasó bastante tiempo sin que el líquido vital saliera, por lo que la exfuncionaria cumplió con la primera de las cuatro veces que, afirmó, haber entrado al centro ese día.
Adentro, la subsecretaria se topó con otro problema, los empleados anunciaban que no cuidarían de los jóvenes fugados porque los habían amenazado. "Volví a salir y los jóvenes estaban otra vez alterados", continuó Keller.
La segunda vez que la señalada entró al Hogar, pregunto a los empleados por la situación de los internos de San Gabriel y Mi Hogar y le dijeron que ya estaban tranquilos pero que no querían que dejaran ingresar a los inconformes porque "tenían miedo pues como no se unieron a bochinche los habían amenazado".
Nuevamente, Keller salió al portón y tras verificar la repartición de agua, regresó para informarse sobre los niños con capacidades especiales, quienes, según le actualizaron, estaban tranquilos y habían sido trasladados al hogar Elisa Martínez por seguridad.
En el interior del Hogar, nuevamente el personal manifestó su descontento y pidió hablar con Castro pues insistía en no cuidar de los fugados. Los trabajadores dijeron que si se les obligaba a hacerlo, se retirarían. "Eso era más preocupante porque adentro habían, aproximadamente, 500 niños", acotó Keller.
Keller salió de nuevo a supervisar la situación de los jóvenes y coincidió con el momento en el que se redactaba el acta que firmó la Secretaría de Bienestar Social (SBS), la PDH, la Procuraduría General de la Niñez (PGN) y la PNC. En esta se habría acordado ingresar al Hogar a los fugados.
"Cuando volví a entrar al Hogar, Gloria Castro ya hablaba con el personal", indicó Keller, quien comentó que después de corroborar que las últimas niñas ingresaran, a eso de las tres de la mañana, se retiró del lugar, conociendo de que se quedaron otras autoridades y "a sabiendas que a primera hora del día siguiente, estaría la PGN".
El 8 de marzo, "a temprana hora" Keller llamó al Hogar y informaron que las adolescentes habían amanecido tranquilas y pronto les llevarían el desayuno, por lo que se dirigió a la SBS para conformar equipos multidisciplinarios que apoyaran, cuando recibió la llamada de que la tragedia empezaba.
Durante la diligencia que se desarrolló este domingo a cargo del juez Carlos Guerra, el abogado de Keller, Norman Rodríguez, advirtió que el Ministerio Público no tiene ni el 1% de probabilidad de demostrar los delitos que atribuye a su defendida.
Por más de dos horas, Rodríguez explicó por qué Keller no había incurrido en abuso de autoridad, incumplimiento de deberes, lesiones culposas, maltrato contra personas menores de edad y homicidio culposo. Demandó que se declare sobreseimiento.
El abogado cuestionó el actuar de otros involucrados como el extitular de la PGN, Harold Flores; aseguró que los menores actuaban de manera violenta y reiteró que Keller no tenía la obligación, ni la facultad, de detener vejámenes o dar órdenes a la PNC.
Tanto Rodríguez, como el defensor del extitular de la SBS, Carlos Rodas, coincidieron en que no se trató de un homicidio culposo, sino que fue un delito doloso propio de la menor que empezó el incendio.
El profesional del derecho que representa a Rodas también criticó que no se incluyera entre los responsables a los padres de los jóvenes. "Las familias también son culpables", señaló al recordar que se trataba de menores que habían sido abusados o a quienes no querían ir a traer.
La séptima jornada de la audiencia de etapa intermedia empezó con la ampliación de la declaración de Rodas, quien al igual que Keller, relató que no se ordenó encerrar a las adolescentes con candado o bajo custodia policial. De acuerdo al exsecretario, quien se quedó a cargo fue la exjefa del Departamento de Protección Especial Contra el Maltrato en todas sus Formas, Brenda Chaman.
El juez Guerra convocó a las partes procesales para el próximo 16 de agosto. Se prevé que ese día resuelva si Keller, Rodas y el exdirector del Hogar Seguro, Santos Torres, enfrentarán juicio por los cinco delitos que se les señala.
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