Luego de cuatro años en el Gobierno, el presidente Alejandro Giammattei entregará la banda presidencial. Al inicio hizo varias promesas, pero ¿las cumplió?
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El 14 de enero de 2020, Alejandro Giammattei asumió la Presidencia de Guatemala con un efusivo y ardiente discurso. Los gritos y su peculiar actitud no faltaron.
Hizo varias promesas. Cuatro años después, entregará el mando a su sucesor Bernardo Arévalo y consigo llevará un cúmulo de ofertas que se quedaron en el tintero y, aunque en varias oportunidades han utilizado la crisis que provocó la pandemia del Covid-19, muchos de los compromisos que adquirió, no los llevó a término.
Desnutrición
"No me voy a detener hasta que acabemos con esta desnutrición de nuestros niños", dijo a gritos el hombre que recién acababa de recibir la banda presidencial. Incluso, aseguró que ese sería el "primer objetivo" de su administración.
"Ellos (los niños) son mi faro y mi guía", sentenció. Cuatro años después, los casos de desnutrición prácticamente se duplicaron, comparados con el último año del expresidente Jimmy Morales, ello pese a que Giammattei incrementó considerablemente los recursos destinados para combatir este flagelo.
Según el Sistema de Información Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SIINSAN), los casos de desnutrición aguda se dispararon, pasaron de 14,918 del último año de Jimmy Morales a 24,790 en el de Giammattei.
Ello aún cuando en esta administración los recursos asignados se triplicaron, es decir, pasaron de 5,800 millones de quetzales (Q5,4020,190,789) a más de 10,400 millones de quetzales (Q10,415,386,813), de acuerdo con el Plan Operativo Anual de Seguridad Alimentaria y Nutricional (POA-SAN).
La gran mayoría de los recursos (Q2,019 millones) fueron destinados al Ministerio de Educación (Mineduc), dirigido por Claudia Ruiz, quien los distribuyó en diferentes programas, siendo la Alimentación Escolar Primaria el que más recibió con una asignación de más de 1,600 millones de quetzales (Q1,619,975,513).
Pero no fue por casualidad, ya que fue el Congreso, en septiembre de 2021, el que aprobó el incremento para la alimentación escolar, ley impulsada por las bancadas de oposición y que formó parte de la elección de Junta Directiva para que Allan Rodríguez fuera electo como presidente del Organismo Legislativo.
En tanto, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) expone que, a pesar de ser Guatemala la economía más importante de Centroamérica, el 76% de la población rural es pobre y la desnutrición materno-infantil es la causante de "más de un tercio de todas las muertes de niñas y niños menores de cinco años. Cerca del 105 defunciones por año".
Mientras que el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) revela que "en Guatemala el 46.5% de los niños sufre desnutrición crónica, esto es, 1 de cada 2 niños". Colocando al país en "el primer lugar en América Latina y el sexto en el mundo en cuanto a desnutrición infantil.
Disolver la SAAS
Otra de las contundentes promesas de Giammattei fue la disolución de la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad de la Presidencia (SAAS).
"La SAAS, que perdió su razón de ser y se convirtió en un nido de corrupción y desperdicio de recursos que necesitamos, más la gente necesitada de este país", manifestó ese 14 de enero cuando recibió la primera magistratura.
La iniciativa fue presentada al Congreso el 22 de enero de 2020, el 30 de ese mismo mes, la propuesta fue conocida en el pleno y enviada a la Comisión de Gobernación en donde quedó engavetada con el número 5694, pese a que ese año la sala de trabajo estuvo presidida por el diputado Sergio Arana, del partido de gobierno Vamos, quien siguió en el cargo durante el 2021.
Aunque la Comisión cambió de dirección en el 2022 con el diputado de Todos, Boris España, y luego este año con Erick Martínez, de la Unión del Cambio Nacional (UCN), ambos aliados al partido de gobierno, la iniciativa para disolver la SAAS nunca avanzó, pese a que la alianza oficialista consiguió los votos suficientes en el Legislativo para impulsar todas las iniciativas que les interesaban.
Lo que sí ocurrió, fue un incremento paulatino al presupuesto asignado para la SAAS, pues, aunque se redujo en 30 millones de quetzales comparado con lo que recibió en 2020, los recursos para esta institución pasaron de 132 millones de quetzales en 2021 a 137.7 millones este último año de gobierno de Giammattei.
Pandilleros terroristas
Declarar a los pandilleros como terroristas también fue una de las efusivas promesas de Giammattei en su discurso de toma de posesión, pero también se convirtió en eso, una promesa más, pues, si bien presentó la iniciativa de ley en el Congreso, ocurrió lo mismo que con la SAAS: se quedó en el olvido.
La propuesta fue conocida en el pleno el 28 de enero del 2020 y enviada a las comisiones de Gobernación, Asuntos de Seguridad Nacional y Defensa con la nomenclatura 5692. Aunque las tres salas emitieron dictamen favorable con algunos cambios, jamás regresó al hemiciclo para ser conocida, modificada, aprobada o improbada.
En tanto, la Coalición por la Seguridad Ciudadana reportó un incremento del 13.2% en su Índice de Denuncias de Delitos, empujado principalmente por los delitos contra personas, que tuvo un incremento en noviembre del 23.1% comprado con el mes anterior; y el de extorsiones.
Según el informe, sólo en noviembre recién pasado, la Policía Nacional Civil (PNC) reportó 1,676 denuncias por extorsión, lo que refiere un promedio de 56 denuncias diarias, "cifra superior a la registrada en octubre cuando eran 47 al día... La tasa interanual continuó aumentando y en noviembre de 2023 es de 99.5 denuncias de extorsión por cada 100 mil habitantes".
Cero baches
Cuando aún era candidato en 2019, el presidente Giammattei prometió que en los primeros 6 meses de su administración, los guatemaltecos gozarían de carreteras sin baches. "Nuestra meta es cambiar esa realidad", dijo.
Sin embargo, la "esa realidad" no cambió y ha sido una de las principales críticas de los ciudadanos a través de las redes sociales, quienes a través de fotografías con grandes agujeros o vehículos destrozados por el mal estado de las carreteras, han manifestado su molestia.
En un análisis realizado por la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa), se muestra que Giammattei continuó con la misma receta de los gobiernos anteriores y, pese a que el presupuesto del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) siempre estuvo al alza, la inversión no aumentó.
Incluso, detallaron que Guatemala se encuentra en los últimos lugares a nivel regional de cantidad de metros por habitantes. Por ejemplo, Costa Rica tiene 45,971 kilómetros de red vial por habitante, mientras que Guatemala sólo tiene 17,903 kilómetros por habitante, muy por debajo de El Salvador y Honduras.
A pesar de su promesa, Giammattei mantuvo el ritmo de construcción de la red vial igual que en los últimos cuatro gobiernos, con excepción del de Jimmy Morales, quien se sitúa en el último lugar de los gobernantes con inversión en infraestructura vial.
- Oscar Berger (2004-2007) 262 kilómetros por año
- Álvaro Colom (2008-2011) 198 kilómetros por año
- Otto Pérez Molina (2012-2015) 207 kilómetros por año
- Jimmy Morales (2016-2019) 72 kilómetros por año
- Alejandro Giammattei (2020- agosto 2023) 221 kilómetros por año
Combate a la corrupción
De manera enérgica, Giammattei prometió que combatiría la corrupción y como si se tratara de un premio de consolación creó la Comisión Presidencial contra la Corrupción en lugar de la Comisión Internacional contra la Corrupción y la Impunidad (CICIG).
Sin embargo, esta ha tenido pocos resultados, pues de 186 alertas recibidas, sólo seis llegaron como denuncias al Ministerio Público (MP) y cinco a la Contraloría General de Cuentas, la mayoría tuvieron cierres administrativos, pues a criterio de la comisión, "las actuaciones señaladas se enmarcaron en disposiciones legales o no existían elementos suficientes para comprobar o señalar un delito".
En tanto, la percepción de corrupción se incrementó entre los guatemaltecos y colocó al país entre los puestos más bajos de índices internacionales como el realizado por Transparencia Internacional, en donde Guatemala figuró al nivel de naciones como Afganistán, Camboya, Líbano, República Centroafricana y Nigeria.
No fueron los únicos, también ocurrió con una encuesta elaborada por la consultora CID Gallup, quienes evidenciaron que el peor problema del país es la Corrupción, luego que el 42% de los entrevistados lo señalaran.
