Las aerolíneas suelen presentar ideas para la reducción del espacio o para la comodidad de los pasajeros durante los vuelos, con el objetivo de reducir costos y hacer más rentables los trayectos.
La clase turista es la más damnificada por estas políticas, pues en los últimos años los asientos se han vuelto más estrechos y las aeronaves incorporaban un mayor número de filas, con una clara reducción del espacio para las piernas y de la distancia entre las filas.
Pero el efecto del coronavirus en el sector aeronáutico obligará a cambiar muchas cosas; forzará a aumentar las distancias entre pasajeros para así evitar el riesgo de contagio en los aviones, por lo que muchas de las propuestas de ahorro ya implementadas, probablemente, caerán en saco roto.
La prioridad actual es proteger a los viajeros y mitigar el impacto de la pandemia, algo en lo que numerosas empresas ya trabajan, buscando soluciones.
Mientras, a estas alturas algunos plantean la eliminación de las butacas del medio, el sitio Aviointeriors presenta dos soluciones aparentemente sencillas: la Glassafe y la Janus, ambas adoptan la mampara como elemento de aislamiento principal.
Glassafe
Se puede adaptar sin problemas a los asientos de las cabinas de clase económica, haciendo que la proximidad sea más segura entre pasajeros que comparten fila.
El diseño es simple. Una mampara de material trasparente que rodea los laterales y la parte superior de la butaca, creando un espacio alrededor del individuo, a modo de escudo protector, que lo aísla de sus vecinos. Así, se evita que tengan contacto e interacciones entre ellos a través del aire, reduciendo posibilidades de contagio.
Aviointeriors remarca la facilidad de fijar el kit al asiento, de manera que las aerolíneas podrían instalarlo con rapidez y sin inconvenientes. Además, es fácil de limpiar y aseguraría una completa sanitización.
Janus
La segunda propuesta, hace referencia a Jano, el dios de la mitología romana representado con dos caras opuestas. Garantiza, según el fabricante, el máximo aislamiento entre los pasajeros de una misma fila. Concebida para configuraciones de tres asientos, se caracteriza por la dirección inversa del asiento central, contraria a la de los vecinos de ambos lados. En otras palabras, mientras que las butacas de ventanilla y pasillo miran hacia adelante, la del centro lo hace hacia atrás.
Los asientos están completamente rodeados de un escudo trasparente, cuya altura aísla al máximo a los ocupantes adyacentes. Su instalación, a diferencia del modelo Glassafe, requeriría una cierta adaptación de la cabina, pero, al igual que este, Aviointeriors asegura que su limpieza no supondría dificultad alguna para los equipos de desinfección del aparato.
Ahora, bien, si te ves obligado a volar en los próximos meses, no esperes encontrar alguna de las adaptaciones en las cabinas de clase económica. Una vez finalizado el proceso de diseño, los asientos deberán ser aprobados por las autoridades aeronáuticas. Sin embargo, la firma italiana asegura que podría implementarlos en un plazo máximo de once meses.
Los aviones tendrán que cambiar sus asientos con el fin de evitar la cercanía.:
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