Carolina Gálvez se convirtió en la más querida por niños de todo el país por su carisma, buenos consejos y por brindar diversión en su programa, el cual se transmitió en los años 80 por televisión nacional.
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Su pasión y entrega por la televisión la motivaron a crear y producir un espacio dedicado a los más chiquitos, una innovación en Guatemala que se convirtió en un éxito rotundo.
"La Madrina Carolina" se transmitió bajo ese nombre, primero por Canal 3, de 1985 a 1989 y luego se conoció como "Vamos a jugar con la Madrina Carolina", en Canal 11 en 1991, ambos se transmitían los domingos a las 8 de la mañana.
Soy502 conversó en exclusiva con Carolina Gálvez, quien contó los detalles más nostálgicos del programa que revolucionó la televisión nacional. "Desde siempre había deseado trabajar en televisión y desde muy niña participé en programas de aficionados", contó.
Su pasión por la producción de televisión
Carolina fue una de las primeras mujeres en el ámbito, pionera en los programas infantiles, un gran desafío para la época: "Más que reto fue una gran ilusión, siendo de un pueblo y al haber crecido sin televisión ni radio", compartió.
"Cuando mi papá me traía a la capital (desde Zacapa de donde es originaria) era como descubrir un mundo nuevo, una vez mi mamá me llevó a conocer Canal 3 y las estaciones de radio, pues yo le pedí que me trajera a participar y ambos me lo concedieron".
¿Cómo surgió la Madrina Carolina?
"Creé al personaje inspirada en los cuentos infantiles que escribí, en ellos hablaba de un planeta de dulce y chocolate, donde contaba acerca de mi estrellita 'Azupi' y mi carro 'Dulcho', Azupi es de azúcar y pizarrín y Dulcho es de dulce y chocolate. Las canciones que interpretaba en el programa fueron todas de mi autoría, yo las compuse e hice los arreglos, todo lo que representa a La Madrina Carolina es inédito", comentó.
La dinámica del programa
Según describió Gálvez, el show constaba de segmentos de juegos y retos, donde los niños competían por ganar premios. En estos espacios Carolina contaba historias que hablaban de los buenos modales, el respeto a los demás y la importancia de estudiar, además de exaltar los valores junto con canciones de su autoría.
"Tuve muchos patrocinadores, tenía las llaves de la confianza, la fe, la esperanza y el amor, me importaba mucho la convivencia con los niños, platicar con ellos, que me contaran cómo les iba en la casa, en la escuela o el colegio".
Su icónico vestuario
"La Madrina Carolina" destacaba por su vestido inspirado en una habitante del bosque, muy colorida y llena de símbolos relacionados con la naturaleza, acerca de cómo se inspiró para vestir dijo: "El traje no fue complicado, usé un calzón de vuelos debajo de mi vestido y encima utilicé una gabacha como las usadas para estar en casa, mi mamá me cosía cada prenda que usé desde muy niña y también los vestidos de mi personaje".
Según contó nació y creció en La Palmilla, Zacapa y durante el día se movilizaba en carreta de bueyes, para mantener el recato de la época, su madre le ponía enaguas, además tenía que usar gabacha para no ensuciar su vestido.
"En la noche mi madre me hacía trenzas y me ponía un gorrito mientras me leía 'Las Mil y Una Noches', el accesorio era especial, pues evitaba, según ella, que viniera 'El Sombrerón' y me llevara, así decidí en la edad adulta integrar estos elementos tan especiales de mi niñez".
Lo más significativo de su programa
"Tuve muchísimos momentos muy emotivos y uno inolvidable fue cuando me dedicaron una carroza en un famoso desfile, fue una grandiosa experiencia, había miles de personas en el recorrido, al finalizar, en el Obelisco, un señor me levantó y me cargó en su hombro porque el público maravilloso no me dejó bajar de la carroza, me sentí tan querida que no puedo expresar en palabras ese sentimiento, ¡soy bendecida!".
"Respeto a mis ahijados me siento orgullosa de todos los niños y niñas que llegaron a mi programa, a los que me veían en los lugares más lejanos, aún tengo muy buena comunicación con algunos de ellos, que ahora son grandes profesionales, hombres y mujeres de bien y ya tienen niños, me cuentan que aunque sus hijos no me conozcan ellos les platican de la "Madrina Carolina", dijo.
Carolina Gálvez en el arte y la comunicación
Carolina destacó en el campo de la locución como parte de algunos noticieros y como voz oficial de anuncios comerciales, además de jingles. Realizó doblajes, caracterizaciones y fue voz institucional de entidades como Canal 3, además de dar las noticias en Radio Universidad, donde también fue productora creativa.
Fue la voz de "Patrullaje Informativo" de Emisoras Unidas y en TGW formó parte del icónico programa nacional Chapinlandia. Su efigie se exhibe en el pasillo de la fama de TGW por su contribución a la comunicación en Guatemala.
Es compositora y escritora, autora de novelas, cuentos, poesía y canciones, realizó proyectos para la prevención de la violencia contra la mujer y los derechos de las mujeres y los niños. Participó en entidades como AID, UNICEF y La Unión Europea.
Actualmente se dedica a la promoción y participación de proyectos en pro de la niñez y la juventud, además a la redacción de sus memorias en próximo lanzamiento.
Sus hijos Wendy Gálvez y Frank Gálvez también se dedican a la locución, manteniendo vivo el legado de una mujer que desde siempre ha enaltecido a Guatemala a través de su profesión.
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