Con una alianza debilitada, el Congreso de la República entra en receso

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El Legislativo estará en receso del 16 de mayo al 31 de julio; en ese lapso, se podrá convocar a sesiones extraordinarias.

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Con una alianza debilitada y una solicitud de ampliación presupuestaria en puerta, el Congreso de la República comienza su primer receso del año.

Este miércoles 15 de mayo finaliza oficialmente el primer período ordinario de sesiones; sin embargo, los legisladores llevan varias semanas sin lograr avances en la aprobación de normas, en las cuales en algún momento hubo consensos.

Ahora, las bancadas que apoyaban al oficialismo en el parlamento están divididas, según sus mismos dirigentes han confirmado, por las decisiones que se han tomado respecto de algunas iniciativas, sin socializarlas previamente.

Esto habría ocurrido, por ejemplo, con la propuesta de reforma a la Ley Orgánica del Ministerio Público, que el mismo presidente Bernardo Arévalo llevó al Palacio Legislativo.

Aunque varios diputados confirmaron que se han reunido en diversas ocasiones con el mandatario, se quejaron de que no se buscaron consensos. Otros se han alejado, después de la inclusión en las discusiones de miembros de bancadas opositoras.

Grupos como Cabal y la facción de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) que sigue a Adim Maldonado e Inés Castillo se han empezado a desmarcar del oficialismo, en cuanto a votaciones se refiere.

Esto, según el analista y constitucionalista, Aquiles Faillace, ya supone una derrota, pues, a su criterio, no se han sabido gestionar los tiempos políticos ni sostener los acuerdos logrados.

¿Qué pasará con la ampliación del presupuesto?

Para el profesional, el Legislativo se ha estancado y, en su apreciación, mucho ha tenido que ver la decisión de impulsar proyectos de ley que no son prioritarios.

Según manifestó, se han dejado a un lado reformas trascendentales como en temas de consejos de desarrollo, en la elección de gobernadores; la Ley de Contrataciones y Comisiones de Postulación, por mencionar algunas.

A decir de Faillace, los reveces que ya ha sufrido el oficialismo en el hemiciclo parlamentario dan muestras de lo que podría pasar al someter a votación la ampliación presupuestaria por Q1,500 millones que busca el Ejecutivo.

Si se logra, posiblemente sea después del receso, es decir, en agosto, opinó. Empero, se dijo escéptico de que los diputados independientes recobren los acuerdos que habían logrado al inicio de la legislatura.

Pese a esto, el grupo encabezado por Samuel Pérez ha asegurado que mantiene acercamientos y conversaciones con la mayoría de bancadas, a las cuales se ha explicado la importancia de aumentar los recursos para que Arévalo y su equipo puedan cumplir con su plan de gobierno.

De hecho, el ministro de Finanzas, Jonathan Menkos, se ha reunido con algunos bloques y ha abordado el tema. Recientemente, anunció que la propuesta llegaría, a más tardar, la próxima semana.

¿Se van de vacaciones?

Técnicamente, el receso parlamentario no constituye un período de vacaciones para los congresistas. Según la Ley Orgánica del Legislativo, en este lapso, que durará hasta el 31 de julio, las comisiones de trabajo deben continuar con el análisis y dictamen de iniciativas.

Además, los representantes pueden realizar su labor de mediación y fiscalización en sus departamentos; aparte, deben acudir a las convocatorias a sesiones extraordinarias, las cuales estarán a cargo de la Comisión Permanente, que es integrada por algunos miembros de la Junta Directiva.

Esta designación quedaría oficializada el jueves 16 de mayo, ya durante el receso.

Fuente: Ley Orgánica del Congreso