El clásico del mundo no es Real Madrid vs Barcelona, ni Boca Juniors vs River Plate. Es Inglaterra vs Escocia. Estas dos selecciones conforman la rivalidad más antigua de la historia del fútbol, y al día de hoy se encienden los ánimos cuando se enfrentan.
De hecho, los escoceces aseguran que sus dos equipos son “Escocia y cualquier selección que juegue contra Inglaterra”. Y el viernes fueron ellos.
Muchísimos aficionados se desplazaron hacia Londres, ya que el partido se jugó en Wembley, el mítico estadio de la capital inglesa.
El partido quedó resuelto por un contundente 3-0 para los ingleses, mientras los aficionados se peleaban en las gradas. La situación, que por fortuna no se salió de control, terminó con un hombre ensangrentado.

Fuera del estadio hubo mucho alcohol, alguna que otra pelea, mucho ruido y escoceces borrachos bañándose en las fuentes de Londres.

El reporte de la policía inglesa fue el siguiente: “baños públicos destrozados, monumentos pintados, aficionados borrachos y mucha basura”.
Todo un clásico antiguo, ¿no?