La rutina o el estrés generado por las presiones de las ocupaciones diarias puede generar un desgaste además de físico, mental, situación que finalmente repercute en un deficiente rendimiento.
Sin embargo, la inclusión de ciertos alimentos en el desayuno puede proveer la energía que se necesita y, entre ellos, se destaca el banano, una fruta que más allá de tener un sabor agradable tiene una serie de aportes a la salud.
El banano contiene la proteína “triptophan”, que el cuerpo convierte en serotonina, conocida por sus efectos relajantes que mejoran el estado de ánimo. Además si se le añade avena, se obtendrá una mezcla que aportará minerales, sustentará y facilitará el proceso de digestión.
- Un banano maduro
- Media taza de avena
- Yogurt natural
- Leche descremada
- Dos cucharadas de miel
- Canela en polvo
Coloca la avena en agua tibia una noche antes.
Por la mañana, cuela el agua y sitúa los copos de avena blandos en la licuadora. Añade el banano en trocitos, la leche descremada y el yogurt.
Licúa todos los ingredientes y cuando la mezcla esté homogénea, agrega la miel, sirve y espolvorea la canela encima. Si gustas puedes incluir hielo.