La actriz Lori Loughlin y su esposo, el diseñador de moda Mossimo Giannulli, fueron condenados a prisión por participar en un esquema de fraude que buscaba asegurar a sus hijas el ingreso a la Universidad del Sur de California como falsas atletas.
Ambos se declararon culpables en los cargos por fraude y argumentaron que pagaron medio millón de dólares para que sus hijas se hicieran pasar por remadoras, con el fin de asegurar su ingreso a la universidad.
La pareja y otras 55 personas más, fueron acusadas en la conspiración donde un asesor de admisiones aseguraba mediante sobornos y fraudes, la admisión de sus hijos.
El asesor Willian Singer se declaró culpable de facilitarles el fraude. Se pagaban sobornos a determinadas personas para que mejorasen los resultados de los exámenes, a que otra persona se hiciese pasar por el estudiante para pasar el examen, o el pago a entrenadores deportivos universitarios y administradores para que aceptasen a estudiantes en sus equipos, aunque estos no fueran atletas y no tuvieran los méritos necesarios.
La empresa de Singer recibió 25 millones de dólares por parte de los padres para que fueran admitidos en universidades prestigiosas como Yale, Georgetown, Stanford o UCLA, según la fiscalía de Massachusetts.
Loughlin es conocida por su participación en Full House.
La audiencia fue realizada a través de una videoconferencia por las restricciones por Covid-19.
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