Guatemala cuenta con 60 respiradores o ventiladores pulmonares para enfrentar la pandemia de la nueva neumonía de coronavirus, que ha infectado ya a más de medio millón de personas en el mundo, según el neumólogo del hospital Roosevelt, Juan Manuel Luna, un médico con 30 años de experiencia en salud pública, al frente de la unidad del pulmón de ese sanatorio capitalino.
En el hospital de Villanueva, designado especialmente para los contagiados de COVID-19, están disponibles 20 respiradores, explicó el doctor Luna. En el hospital recién instalado en el Parque de la Industria habrá otros 20 y en el que se construye en Quetzaltenango para esta emergencia, 20 más. En total, suman 60 respiradores dedicados al COVID-19, "todos nuevos", indicó el especialista.
Los ventiladores pulmonares son el equipo hospitalario con mayor demanda en el mundo en este momento, pues se necesitan para tratar a los pacientes graves de COVID=19. Es tan aguda la escasez mundial, que la compañía Tesla anunció que va a dedicar una de sus fábricas para la producción de emergencia de ventiladores pulmonares.
¿Van a alcanzar?
El inventario regular del sistema público de sanidad de Guatemala ronda los 300 ventiladores, indicó el doctor Luna. Sin embargo, suelen estar ocupados en un 90% con los pacientes que se encuentran en cuidados intensivos por otras afecciones. El médico calcula que existen, además, otros 100 respiradores en el sistema hospitalario privado.
"No son suficientes", asegura el profesor de enfermedades infecciosas y epidemias de la Universidad de Colorado, Edwin Asturias. Según este especialista, cálculos preliminares sobre la cantidad de pacientes críticos que podrían requerir de este equipo durante la pandemia apuntan a un número en el orden de los cinco a diez mil ventiladores.
Sin embargo, el doctor Luna apunta a un desafío más: no basta solo con tener el equipo, también se requiere de especialistas que lo manejen. Por esa razón, este médico, con la ayuda de sus estudiantes residentes, tradujo y preparó una guía, obtenida de los médicos que están atendiendo la pandemia en Nueva York, para capacitar a personal de salud para que pueda realizar esta tarea.
Una comparación
El diario La Nación de Costa Rica informó recientemente que el Seguro Social de ese país cuenta con 419 respiradores mecánicos y 20 trasladables. Para enfrentar la pandemia, los ticos adquirieron 288 ventiladores adicionales.
En Europa, donde la pandemia de COVID-19 ha azotado con ferocidad, los ventiladores se han convertido en el recurso crítico que se asigna a pacientes con la mejor probabilidad de sobrevivencia.
Los ventiladores son importantes pues se encargan de llevar oxígeno y expulsar dióxido de carbono de los pulmones de una persona que no es capaz de respirar por sí misma. En los casos severos de COVID-19, estas máquinas se convierten en una de sus mayores esperanzas de vida. La capacidad de tratar adecuadamente a los pacientes más delicados depende en buena medida de que los médicos dispongan de estos aparatos.
Los ventiladores mecánicos cuestan entre 20 mil y 50 mil dólares. Actualmente hay iniciativas de ingenieros y bio ingenieros en América Latina, por ejemplo en la Universidad de Antioquia, en Colombia, tratando de fabricar masivamente ventiladores de bajo costo para enfrentar la pandemia.
