Dos municipios del departamento de Guatemala no registraron homicidios el año pasado: Chuarrancho y San José del Golfo. Ambos son considerados municipios seguros para vivir. Sin embargo, la vida no es tan pacífica en estos poblados.
Los lugareños de Chuarrancho son abiertos a los visitantes y tienen buena relación con los policías, pero se registran varios casos de violencia contra la mujer. En San José del Golfo, los vecinos son cerrados a las visitas, viven con desconfianza y se mantienen a la defensiva debido a que el pasado año intentaron extorsionar a conductores de "Tuc-Tuc" del municipio.
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Los pobladores de ambas comunidades están organizados, se conocen entre sí y establecieron sanciones para no permitir la delincuencia.
Durante los últimos meses, San José del Golfo ha tenido problemas en su organización. Según el alcalde auxiliar, Aurelio Palencia Reyes, dice que personas ajenas al pueblo empezaron a patrullar utilizando pasamontañas y con armas sin licencia. Desde hace un mes, las autoridades y vecinos acordaron que se terminarían estos patrullajes.
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Castigos y violencia contra la mujer en Chuarrancho
Los niños corren y juegan por las calles sin presencia de adultos, las tiendas no tienen barrotes, las escuelas no colocan vigilante en la puerta.
Este municipio tiene una población aproximada de 24 mil habitantes. Se ubica a 36 kilómetros de la ciudad capital ingresando vía Chinautla. Su principal actividad económica es la cultivo de maíz, frijol, rosa de Jamaica, loroco, tamarindo y el cuidado de ganado.
La maestra Lidia Xoc tiene trece años impartiendo clases en un instituto de educación básica en Chuarrancho. La profesora cuenta que los vecinos se organizan en grupos de ocho a 10 personas para vigilar por las noches el municipio, y existen sanciones para quienes cometen un delito.
"Si alguien roba, la sanción que recibe es que le ponen un quintal de maíz en la espalda y debe hacer un recorrido como de 5 kilómetros. Esta es una sanción dura y vergonzosa porque los vecinos salen a ver la forma en la que paga por algo que no debe hacer", dice Xoc.
Alexander Vargas, un comerciante que lleva dos años vendiendo sus productos en el municipio, opina que debe fomentarse la ley. "Ya no es eso que se los lleven en la patrulla, sino que toman el poder en sus manos y se están inculcando esos valores, en lugar de fomentar la ley".
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La PNC tiene una subestación en la comunidad con 11 agentes. Los policías comentaron que mantienen buena comunicación con los vecinos. El año pasado, reportaron que las detenciones más frecuentes se dieron por violencia contra la mujer o intrafamiliar y se registraron dos violaciones sexuales.
El alcalde de Chuarrancho, Pablo Tocay Gómez, indica que cada cantón tiene líderes que organizan el cuidado de los pobladores. Tocay dice que la PNC es la entidad encargada de las detenciones y el juzgado debe establecer las sanciones.
Aunque admite que la gente prefiere acudir con los vigilantes de sus cantones. "Porque ya se sabe que en la policía cuando quieren hacer un trabajo bien y cuando no. La verdad que aquí más se cuidan entre cada cantón por sus liderazgos que tienen", manifestó el jefe edil.
El año pasado no hubo linchamientos en el municipio. De acuerdo con Tocay, el último sucedió hace diez años.
Tensión por extorsiones y uso de armas
"Vecinos organizados: Por favor baje su vidrio antes de ingresar al municipio. Gracias", es el mensaje de bienvenida para los visitantes. Los pobladores de San José del Golfo tienen varios años practicando su sistema de vigilancia y patrullaje.
Este municipio se ubica a 28 kilómetros de la ciudad de Guatemala, camino a carretera al Atlántico. Su población estimada es de 35 mil habitantes. Los comerciantes dejan su mercadería a la vista sin temor de robo. Los pobladores se conocen y cuando llegan visitantes se muestran aprensivos. Soy502 trató de entrevistar a algunos vecinos, pero no quisieron ser grabados en video.
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Una comerciante, que atiende en una panadería cercana al parque central, indicó que desde los intentos de extorsión se ha generado un ambiente tenso en el pueblo. "Aquí estamos organizados, solo hacemos una llamada y vienen 40", dijo.
La subestación de la policía tiene 16 agentes. Uno de los policías expresó que el mayor problema es que no se respetan las normas sobre bebidas alcohólicas: hay personas que manejan bajo efectos de licor y dos comercios siguen vendiendo alcohol después de las 10 de la noche, pese a la prohibición.
Otro policía contó que la semana pasada detuvieron a un hombre por manejar ebrio, pero cerca de 80 personas se juntaron frente a la subestación para exigir su liberación. Los policías sintieron miedo, porque les gritaban y amenazaban, sin embargo no soltaron al detenido y lo enviaron a un juzgado para que pagase la multa de Q5 mil.
El último linchamiento en el municipio se registró hace cuatro años. Aunque, según la policía, cuando los pobladores les entregan a alguien que podría haber cometido un delito, es común que haya sido golpeado. Por lo que ellos, deben consignar la agresión.
En los últimos meses, la organización de San José del Golfo ha tenido problemas. Aurelio Pineda, alcalde auxiliar del municipio, dice que algunos patrulleros -que ni siquiera son vecinos del pueblo- utilizan armas ilegales y pasamontañas. "Usar armas ilegales no es correcto y los gorros dan a entender que uno anda haciendo cosas malas. Yo también ya cuidé el pueblo y andaba libre en mi moto, con mi sombrero, no con la cara tapada", manifiesta.
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Según Pineda, los comerciantes han traído gente armada para patrullar por los problemas de extorsiones. El mes pasado, los alcaldes auxiliares de la comunidad acordaron con la alcalde municipal y el jefe del distrito de San Rafael que se terminarían los patrullajes.
Por el momento, las tensiones continúan en el municipio. Pero las autoridades esperan minimizar el conflicto con estas medidas.
Los municipios con más y menos homicidios
En contraparte, los municipios con mayores reportes de homicidios el año pasado fueron: Guatemala, Villa Nueva y Mixco. Según datos proporcionados por el Ministerio de Gobernación (Mingob), se registraron 607 homicidios en la ciudad capitalina, en Villa Nueva fueron 234 y en Mixco se reportaron 147.
A nivel nacional, 79 municipios no tuvieron muertes violentas. La mayoría de las comunidades que tienen menor cantidad de homicidios están ubicadas en el territorio norte y occidente del país: en municipios como: Quiché, Huehuetenango, Alta Verapaz y Baja Verapaz.
Estas son las cifras del departamento de Guatemala:
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