Los miembros del clan de Joaquín "El Chapo" Guzmán Loera suelen vivir con un perfil bajo, discreto. En muchos casos sus nombres solo salen a la luz cuando las autoridades, en especial las de Estados Unidos (EE.UU.), los vinculan con alguna investigación, de la cual, regularmente logran escabullirse.
Pero después de los eventos violentos provocados por el Cartel de Sinaloa en Cuiliacán, México, para liberar al Ovidio "El Ratón" Guzmán López, hijo de "El Chapo", las historias han surgido develando historias de sobornos y fugas.
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Al final, la operación fallida para capturar a "El Ratón" Guzmán es el último episodio de una larga historia de tropiezos y fracasos. La historia de "El Chapo" Guzmán se remonta a los años ochenta cuando funda el cartel de Sinaloa, su primer escape de las autoridades sucede en el año de 1991 cuando al ser de detenido de manera fortuita por autoridades de la Ciudad de México logra su evasión al sobornar la jefe de la policía con 100 mil dólares (unos 760 mil quetzales).
El nombre del “Chapo” vuelve a ser noticia después de comenzar una sangrienta guerra con los hermanos Arellano Félix, quienes en ese momento dirigían el mayor grupo criminal del país. La historia criminal de Guzmán llega a un punto culminante con el asesinato del cardenal Jesús Posadas Ocampo, en el aeropuerto de Guadalajara en un enfrentamiento con los hermanos Arellano Félix, del cártel de Tijuana.
En 1993 las autoridades mexicanas vincularon al narcotraficante, con el asesinato del cardenal, por lo que huyó a Guatemala, donde fue detenido y extraditado a México y enviado al penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco. De dicha prisión “El Chapo” realizaría el primer escape que lo haría famoso.
En 2001 se notificó que el líder criminal se fugó de Puente Grande siendo la versión oficial que se metió en un carrito de lavandería y de ahí logro escabullirse hasta un camión de basura, todo esto gracias a la ayuda de funcionarios corruptos de la cárcel, versiones extraoficiales señalan que el poder de Guzmán Loera era tal que salió caminando por la puerta.
Tras esta fuga, Joaquín Guzmán se convirtió en uno de los fugitivos más buscados por los gobiernos de México y EE.UU., evadiendo a la justicia por más de una década hasta ser detenido el 22 de febrero en 2014 en la ciudad de Mazatlán, en un operativo que el entonces titular de la PGR, Jesús Murillo Karam califico “de impecable y sin un solo tiro".
En esta ocasión fue recluido en la prisión de máxima seguridad de El Altiplano, en el Estado de México, en el cual solo permaneció 17 meses ya que la noche del 11 de julio de 2015 escapó a través de un túnel que daba al piso del baño de su celda.
Siguiendo los pasos de su padre
Como su padre, esta no sería la primera ocasión que los hijos de "El Chapo" logran evadir a la justicia, Jesús Alfredo Guzmán Salazar quien es considerado por el FBI como uno de los criminales más buscados, fue supuestamente detenido en el 2012 pero después de investigaciones se determinó, que la persona que tenían apresada las autoridades no era él.
En 2005 las autoridades detuvieron Iván Archivaldo Guzmán hijo del capo sinaloense y hermano de Ovidio, se le imputaba el delito de lavado de dinero, pero a tres años de su detención fue liberado por falta de pruebas.
“El Ratón”, figuraba como uno de los mandos bajos dentro del cartel de Sinaloa, pero al momento de su detención, sus sicarios lograron poner en jaque a las autoridades para que se doblegaran ante él.
Lo ocurrido el pasado 17 de octubre en la ciudad de Culiacán, solo es una muestra de lo que se ha vivido en muchas partes del país a lo largo de los años, donde los grupos del crimen organizado han impuesto su ley a través de sobornos y poder de fuego, no es la primera vez que las autoridades se ven rebasadas por grupos delictivos los estados de Michoacán y Tamaulipas son ejemplos de estos hechos.
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* Con información de Infobae