En los últimos meses, pareciera que un abismo se empezó a abrir entre el presidente Jimmy Morales y la fiscal general Thelma Aldana. La ruptura de la relación se vio más marcada el pasado 15 de junio cuando se reveló que la jefa del Ministerio Público (MP) no fue incluida en la delegación que representó al país en la Conferencia para la Prosperidad y la Seguridad en Centroamérica.
Aldana explicó en una entrevista concedida a Fernando del Rincón en CNN que no hubo ningún tipo de invitación de parte del Ejecutivo para que ella acudiera, tal como lo hicieron sus homólogos de Honduras y El Salvador.
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Ante lo dicho por la funcionaria, el equipo de Gobierno preparó una respuesta a través de un comunicado oficial que después eliminó de las redes sociales. No obstante, los internautas copiaron y divulgaron la respuesta en la que se justifica que no fue la Presidencia la encargada de la conformación de la delegación que viajó a Miami, Estados Unidos.
Por si fuera poco, el MP tampoco figuró en la distribución del financiamiento del Plan Alianza para la Prosperidad. El secretario de Política Criminal, Rottman Pérez, detalló que en mayo se solicitó un listado de los logros de la entidad para que fueran presentados por Morales en la reunión referida.
Aunque la relación tensa está protagonizada por dos actores, analistas consideran que puede tener repercusiones para todo el país.
Edgar Celada, jefe del área de seguridad y justicia del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos (Ipnusac), compara la situación entre Morales y Aldana como la de una pareja que se deja de hablar y no le dicen a los hijos el motivo. "El problema es que esta desavenencia sí tiene un efecto en el actuar de las instituciones", agrega.
Celada destaca que, además de la designación que el presidente hace del fiscal general, también debe haber una relación cooperativa aunque se trate de un ente autónomo. Según el experto, el "divorcio" podría verse reflejado en una reducción del presupuesto del MP o problemas con la cooperación del Minsiterio de Gobernación y la Policía Nacional Civil durante los operativos.
El politólogo Renzo Rosal coincide con Celada en que, si bien no se trata de que ambos establezcan una amistad cercana, una relación cordial es indispensable para el funcionamiento de las entidades que representan. "Es común en otros países que la relación entre esos cargos sea tensa, pero tampoco rota", acota.
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Los expertos agregan que a nivel externo, el hecho de que Guatemala no haya incluido a su fiscal en la conferencia, pese a que se abordarían temas de Seguridad y que los otros países sí lo hicieron, resta credibilidad a la importancia que el Gobierno le da al mecanismo multilateral.
Para Celada y Rosal la comunicación entre el Ejecutivo y el MP se redujo a partir de la molestia de Jimmy Morales por el proceso contra Samuel y Manuel Morales. Además, en el último mes empeoró por la presentación de una solicitud de antejuicio en contra del mandatario por la tragedia ocurrida en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción.
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