Una cruel y dramática confesión ha indignado a los espectadores del documental "Countdown to Death: Pablo Escobar" el cual reconstruye los últimos nueve años del capo colombiano por medio de extrañas entrevistas, imágenes y llamadas intervenidas.
Jhon Jairo Velásquez, alias "Popeye", principal sicario del narcotraficante, relató en dicha producción cómo mató a una madre y a su hijo de brazos, acusada de colaborar con la policía en contra de las finanzas del Cártel de Medellín.
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Durante su relato, "Popeye" cuenta que su jefe le ordenó asesinar a por lo menos 18 antiguos socios que pertenecían a distintas instituciones del Estado colombiano, tras descubrir que eran informantes o conspiradores contra su cartel.
Entre ese grupo estaba un mayor del Ejército cuyo nombre no es revelado, que era asesor de seguridad de la agrupación criminal. pero según Escobar Gaviria, este filtraba información sobre la ubicación de las caletas en donde el narcotraficante escondía millones de dólares y droga.
Según "Popeye" encontró al militar y lo torturó en uno de sus escondites para que admitiera su implicación, confesando que era su esposa, una mujer que estaba embarazada, la que informaba a la policía sobre las coordenadas de las caletas, por lo que bajo engaños, el sicario la citó a una gasolinera, a donde ella llegó con un bebé en brazos.
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En ese momento, la mujer fue interceptada por los sicarios que le dispararon a ella y luego al niño.
Luego de 23 años de prisión, Jhon Jairo fue dejado en libertad en agosto de 2014, cuando un juzgado le otorgó este beneficio por un período de 52 meses y 22 días. "Popeye" cumple sentencia tras confesar haber cometido cientos de asesinatos, entre ellos el de Luis Carlos Galán, entonces candidato presidencial en 1989.
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*Con información de Infobae
