Confirmado. Rafael Salguero, uno de los tres guatemaltecos señalados por actos de corrupción y por recibir sobornos a cambio de contratos, viajó a Miami, Estados Unidos, el 1 de diciembre en el vuelo 2359 de American Airlines, dos días antes de que la Fiscalía estadounidense destapara un nuevo escándalo en el Caso FIFA que involucró a directivos centroamericanos y sudamericanos.
Salguero no regresó, y su paradero es un misterio pues, a diferencia de Brayan Jiménez y Héctor Trujillo, directivos de la federación de fútbol guatemalteca, el Ministerio Público nunca recibió una orden de captura con pedido de extradición con su nombre.
El guatemalteco que más alto llegó en la FIFA como vicepresidente y miembro del Comité Ejecutivo junto a Joseph Blatter, podría estar siendo protegido por las autoridades estadounidenses y ser uno de los informantes que brindó detalles clave acerca de cómo funcionaba en la Concacaf la red de corrupción que negociaba derechos de organización, transmisión, comercialización e incluso partidos amistosos a cambio de sobornos.
Comisiones por aquí y por allá
El nombre de Salguero aparece varias veces en el informe del Departamento de Justicia de EE.UU. que revela el funcionamiento de la red de corrupción, y sus nexos van mucho más allá de Guatemala.
Además de haber participado en 2010 en la negociación para que la federación de fútbol de Guatemala entregara a la empresa Media World los derechos de la Selección Nacional en la eliminatoria rumbo a Rusia 2018, Salguero también aparece en otro "negocio", pues junto a Alfredo Hawit, de Honduras, y Ariel Alvarado, de Panamá, acordó con la empresa Full Play, propiedad de Hugo y Mariano Jinkis, el otorgamiento de los derechos de todos los eventos de Concacaf, incluida la Copa Oro.
Viajes en jet privado y sobornos que salieron de un banco en Suiza
El informe del departamento de justicia detalla cómo Salguero, junto a Hawit y Alvarado, viajó en un jet privado propiedad de los hermanos Jinkis a Punta del Este, Uruguay, para concretar la negociación de los derechos de Concacaf con la empresa Full Play.
Salguero recibió en diciembre de 2011 otro soborno de 100 mil dólares, dinero que salió del Banco Hapoalim, en Zurich, Suiza, y se depositó en una cuenta de Citibank en Panamá, manejada por el Co-conspirador # 6, un mecanismo similar al que utilizó con los directivos guatemaltecos para recibir el soborno de la negociación con la empresa Media World.
Salguero, ¿el co-conspirador o "sapo"?
¿Cómo se explica que quien fuera un alto directivo de FIFA, señalado en varias ocasiones a lo largo del informe del Departamento de Justicia de recibir sobornos, no fuera capturado en mayo, en Suiza, donde se encontraba cuando se destapó el escándalo del denominado FIFA Gate, y tampoco se haya girado una orden de captura con pedido de extradición tras el escándalo que involucra a directivos de todas las federaciones centroamericanas y de Concacaf? Muy simple: cooperación.
A lo largo de las 240 páginas del informe del Departamento de Justicia, se menciona a varios "Co-Conspiradores", a quienes se les asignó un número y que son "testigos protegidos" en la investigación. Solamente se hace referencia al cargo que desempeñaron y se relacionan con la descripción de los casos en los que estuvieron involucrados.
Es así como Rafael Salguero podría estar siendo protegido en Estados Unidos a cambio de cooperar con información que ayude a la justicia a consolidar sus investigaciones. Es una pieza clave pues, además de los datos que involucran a la Concacaf, Salguero puede aportar detalles acerca de los manejos de Joseph Blatter, a quien acompañó hasta 2015 como miembro del Comité Ejecutivo de FIFA, y de Jack Warner, el trinitario que controlaba la Concacaf. Al igual que Salguero, Chuck Blazer, el poderoso directivo estadounidense de la FIFA, ha colaborado abiertamente con la justicia y su información fue clave para destapar el escándalo del FIFA Gate.
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