La depresión tropical Eta dejó más de 639 mil personas afectadas durante su paso por Guatemala. En total, las autoridades reportan 46 personas fallecidas y 96 desaparecidas.
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Pobladores de las aldeas Saquixim y Quejá de San Cristóbal Verapaz, Alta Verapaz, asegura que no han recibido ayuda del Gobierno y piden que lleguen a observar cómo quedaron sus hogares destruidos.
Un derrumbe de grandes proporciones dejó soterradas, por lo menos, 20 viviendas en esas aldeas y las comunidades quedaron incomunicadas. Los pobladores huyeron por su propia cuenta hacia Santa Elena, una comunidad cercana localizada en Alta Verapaz, mientras que otros lograron escapar hacia Chicamán, en Quiché.
Para llegar al lugar del desastre, se debe de subir caminando el cerro durante 50 minutos, el cual sigue escurriendo agua, debido a la gran cantidad de lluvia que cayó durante el paso de Eta por Guatemala. Al llegar al camino principal, se toma un bus que los transporta hacia Santa Elena.
Vicente Lej Suc, residente de Saquixim, aseguró que perdió su casa con el derrumbe. "Queremos que el Gobierno nos escuche. Llovió una semana, se derrumbó toda la tierra. Ya no tenemos casas. Los niños tienen su comidita, pero miseria", detalló.
"Necesitamos que la Conred (Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres) y el Gobierno nos ayuden, por lo menos para ir a ver nuestras tierras, porque nos quedamos sin dada y no nos han ayudado", dijo Lej Suc.
En Santa Elena hay más de dos mil personas que no han recibido ayuda por parte del Gobierno, según los pobladores. El único alimento que tienen es el que personas de ese municipio les han regalado, y algunas pocas donaciones que han logrado llegar.
Los residentes de Saquixim y Quejá, duermen en una escuela. En este lugar no hay distanciamiento social, nadie utiliza mascarillas, incluso, hasta lavar la ropa se complica y utilizan agua de lluvia para hacerlo sobre piedras.
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La única intención de los pobladores es que la Conred haga una evaluación de sus comunidades para saber si pueden regresar. Esto, aunque la aldea Quejá, fue declarada camposanto luego de suspenderse las labores de búsqueda de víctimas que quedaron soterradas.
Mientras tanto, los sobrevivientes se organizaron entre ellos para cuidar sus pertenencias. Un grupo viajará a las comunidades y luego se turnarán. No hay Ejército, ni socorristas y los pobladores claman por ayuda.
Soy502 solicitó una postura sobre estas denuncias a la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia. Esta institución respondió que trasladaría la solicitud hacia las autoridades correspondientes para dar una respuesta.
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