Los defensores Joshua Kimmich y Antonio Rüdiger protagonizaron un conato de bronca durante el entrenamiento de Alemania a pocos días del Mundial de Rusia 2018.
Según reporta el periódico Bild, los jugadores se encararon, intercambiaron palabras y se provocaron “violentamente”.
De hecho, tuvo que intervenir Miroslav Klose, exdelantero del combinado alemán y máximo goleador de los mundiales, quien colabora con el técnico Joachim Löw.
Los futbolistas fueron tranquilizados y después de algunos minutos de tensión el entrenamiento continuó con normalidad.
Por otro lado, Julian Draxler sufrió un corte en la ceja, luego de recibir un codazo de Leroy Sané en una acción propia de juego, en la que no hubo mala intención.
El volante fue atendido por el cuerpo médico de la selección y debió abandonar la práctica por algunos minutos, aunque después siguió entrenando.
Alemania se alista para defender la corona en el Mundial, que arranca el 14 de junio.