El diputado zacapaneco del bloque Cabal ha protagonizado varias polémicas en solo dos meses que lleva en el cargo.
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Después de haber sido duramente criticado por intentar rifar un iPhone, el diputado por Zacapa, Julio Portillo, decidió cambiar de estrategia en busca de lograr más seguidores en X (Twitter).
El parlamentario ahora paga para que sus publicaciones en esa red social aparezcan como publicidad, y para evitar ser blanco de comentarios negativos, desactivó esa función en sus publicaciones.
Consultado sobre esa decisión, Portillo indicó que le "sale más barato" pagarle a X para que difunda sus mensajes y aseguró que su intención es dar a conocer a más personas el trabajo que realiza como miembro del Congreso.
Sin comentarios
En cuanto a la desactivación de comentarios, el legislador dijo que está "probando esa función" y recordó que anteriormente había recibido muchas críticas por lo que escribía y hasta por su apariencia.
De hecho, en su más reciente mensaje, en el cual aparece el video de una fiscalización en el puente El Arenal, en Gualán, aprovecha para dirigirse a quienes habrían emitido comentarios negativos sobre su físico.
"Tengo 37 esquirlas de bala dentro del pulmón, por lo que a veces se me dificulta hacer mucho ejercicio y eso ha sido razón de mi peso, pero estamos tratando ese tema para los que les preocupa", se lee en su cuenta de X.
Sus polémicas
Julio Portillo ha hecho su primera incursión en el Congreso, de la mano del partido Cabal, y en los poco más de dos meses que lleva en el cargo ha tenido que borrar algunas de sus publicaciones en las redes sociales, pues no han sido bien vistas por otros usuarios.
Durante la última semana de febrero protagonizó dos polémicas: la primera fue cuando preguntó a sus seguidores qué les parecería crear una ley similar a la de femicidio, pero para proteger a los hombres. Después anunció que rifaría un iPhone entre quienes lo empezaran a seguir en X.
Además, contra el diputado pesa una denuncia por violencia psicológica interpuesta por la también congresista por Zacapa, Carolina Orellana.