Con apenas dos años, Miqueas Lionel recibió un trasplante de médula, venció la leucemia y le ganó la batalla al Covid-19 en Argentina.
⭐️ Síguenos en Google News dando clic a la estrella
El pequeño y sus padres vivían en Ushuaia, pero hace dos años tuvieron que mudarse de urgencia a la ciudad de Buenos Aires. “En un control pediátrico, nos dijeron que Miqueas presentaba tres valores en sangre que no eran normales”, relata Brian, padre del niño.
De inmediato, lo llevaron a una punción medular. “A los días, le diagnosticaron leucemia mieloide aguda.
Primera batalla
Miqueas comenzó con los ciclos de quimioterapia. En total, fueron cinco, una por mes. Durante el tratamiento, tuvo varias complicaciones, entre ellas, los médicos descubrieron que algunos virus intrahospitalarios habían ingresado a su organismo.
Luego de cinco semanas, la enfermedad quedó en remisión. Al poco tiempo, el diagnóstico cambió. La enfermedad había tomado el 33 por ciento de la médula. El pequeño tenía afectados los glóbulos blancos y las plaquetas.
Al ser evaluado, los médicos dijeron que la única salida era un trasplante de médula.
Los padres se sometieron también a evaluaciones para ver si eran compatibles con Miqueas, quien ya había contraído neumonía y mucositis, pues la quimioterapia había debilitado sus defensas.
Segunda batalla
Los resultados de compatibilidad de los padres de Miqueas fueron negativos, por lo que debían buscar un donante. Mientras continuaba la búsqueda, el niño seguía en tratamiento. Luego, le descubrieron una fractura en la pierna derecha y, además, había desarrollado una cardiopatía. Pero pese al panorama, el pequeño siempre se mostraba con fuerza y no dejaba de sonreír.
Finalmente, encontraron un donante en Alemania y el día del trasplante llegó. La cirugía fue de alta complejidad debido a la condición de su corazón. Por fortuna, salió perfecta. La médula funcionaba bien.
Tercera batalla
Cuando todo iba bien con el proceso de recuperación, le diagnosticaron coronavirus. “Era una cosa de no creer”, cuenta el padre. Para su suerte y, a pesar de ser un paciente inmunosuprimido, fue asintomático y logró superar el virus.
Hoy, Miqueas es un niño sano y muchos lo consideran un verdadero guerrero, o más bien un milagro, pues le ganó a todo: infecciones en sangre, una fractura, neumonía, mucositis, un trasplante y al Covid-19.
ADEMÁS:
