A la salida del cuadro titular de Municipal para enfrentar a Malacateco, los jugadores locales portaron una manta para solicitar a la afición al fútbol guatemalteco detener los actos de racismo.
Con una actitud seria, los jugadores rojos llevaron el mensaje hasta la mitad de la cancha y que su mensaje pudiese ser leído por los asistentes al encuentro.
Esta situación surgió tras los actos discriminatorios que sufrió el jugador de Siquinalá, Marvin Ávila en la jornada anterior cuando el cuadro naranjero visitó la cancha del estadio Santa Lucía, de Malacatán, San Marcos.
Un grupo de aficionados identificados como seguidores de los Toros emitieron comentarios que hirieron la susceptibilidad del jugador nacional.
Debido a esa situación, el cuadro de Malacateco sufrió una sanción económica de Q30 mil.
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