Desconsolados tras la muerte del ídolo del fútbol, miles de argentinos despiden a Diego Armando Maradona, en un interminable desfile frente al féretro cubierto con la bandera nacional y las casacas de la Albiceleste y de Boca Juniors, con el número "10", en un funeral con honores en la Casa Rosada.
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Apilados en una fila interminable que serpentea la histórica Plaza de Mayo, los fanáticos avanzan a paso lento, con la esperanza de pasar brevemente frente al ataúd, en el velorio que nadie quería afrontar.
El entierro del "Pelusa" será este mismo jueves en la tarde en el cementerio Jardín de Paz, en la periferia de Buenos Aires, dijo Sebastián Sanchi, portavoz del "10", a la AFP.
Con los puños en alto o la mano en el corazón, los fanáticos pasan frente a los restos del ídolo, que falleció el miércoles a los 60 años, por un paro cardíaco.
A último momento, se decidió acortar el velatorio de tres días a uno, a pedido de la familia.
El inicio estuvo marcado por algunos forcejeos entre los seguidores que, impacientes por entrar, derribaron algunas vallas, luego de pasar una noche en vigilia.
Las hijas del "10", Dalma, Giannina y Jana permanecen en la Casa Rosada, igual que su exesposa, Claudia Villafañe, sus hermanas y otros miembros de la familia y amigos, aunque a resguardo de la Prensa.
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Conmoción mundial
Su muerte provocó una conmoción mundial, con mensajes de pésame desde todas partes del mundo.
Lionel Messi y Pelé, otros dos estelares mundiales del fútbol, encabezaron una larga lista de emotivas despedidas a Maradona.
"El Pelusa" estaba convaleciente de una operación por un hematoma en la cabeza, desde el 3 de noviembre. Su salud era muy delicada y atravesaba un nuevo síndrome de abstinencia a las drogas.
Se lo había visto mal el día de su cumpleaños, el 30 de octubre, cuando reapareció de su confinamiento por la pandemia en la cancha de Gimnasia y Esgrima, equipo que dirigía.
