Reclamos, interrupciones y hasta una coperacha hubo en la última sesión de interpelación al ministro Francisco Jiménez.
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En lo que calificó como un proceso "infructuoso", la diputada Sandra Jovel dio por terminado el interrogatorio por supuestas anomalías en la gestión del ministro de Gobernación, Francisco Jiménez.
Esto ocurrió en la sesión plenaria número 15, desde que se inició el juicio político contra el funcionario. Sin embargo, la legisladora no finalizó la interpelación sin antes recriminar a sus compañeros por no tomar con seriedad el procedimiento.
Debido a que varios parlamentarios se desmarcaron en algunos momentos, el juicio político se vio interrumpido, lo cual molestó a Jovel. Así lo evidenciaron sus gestos y, posteriormente, sus declaraciones.
Poco avance
Según indicó, desde el pasado 25 de julio, cuando fue llamado el ministro por primera vez al hemiciclo, solo se avanzó en 20 preguntas básicas e igual cantidad de repreguntas, cuando de estas últimas se tenían previstas 100.
En el desarrollo de esta última plenaria, igual que ocurrió en las anteriores, a varios diputados se les vio socializando y hasta compartiendo alimentos, mientras Jovel interrogaba a Jiménez.
Una vez ella desistió del interrogatorio, otros parlamentarios que habían solicitado participar en el proceso también declinaron.
Como no hubo quien quisiera debatir, tampoco se puso en duda la efectividad del trabajo del ministro, quien no se verá obligado a presentar su renuncia. Eso hubiera ocurrido si el pleno le hubiera otorgado el voto de falta de confianza.
