Lourdes Dávalos Ábrego, madre de Mariana Sánchez, pasante de medicina hallada muerta el 28 de enero en el estado mexicano de Chiapas, conversó con medios de comunicación sobre el acoso que sufrió su hija, y la denuncia que la joven interpuso ante las autoridades por este hecho.
La madre de la víctima pide justicia a las autoridades porque, dice que con la muerte de Mariana “se apagó el sol de mi vida”.
La Fiscalía General de Justicia de Chiapas informó en un comunicado esta semana que abrió una carpeta de investigación para esclarecer los hechos de violencia sexual que han sido referidos por parte de familiares de Mariana Sánchez.
Sin embargo, días antes el caso fue cerrado y por la presión pública se volvió a retomar la carpeta judicial.
Un infierno
Mariana llegó a un centro de salud en medio de la selva Lacandona de Chiapas. En ese lugar trabajaría durante un año como médica en prácticas. Aunque Ella denunció a un compañero que comenzó a acosarla.
Al poco tiempo de estar en un lugar no apto para vivir como médico, llamó a su mamá para contarle que este compañero la acosaba.
“Sin embargo, costaba mucho comunicarse porque en ese lugar no había señal.
Al denunciar a las autoridades del hospital, ella intentó renunciar y le negaron esta petición. Las autoridades posterior a localizarla muerta en ese lugar, rechazaron que ellos tuvieran conocimiento de los casos de abuso sexual.
Un día antes de su muerte, el jueves 27 de enero, Sánchez tenía sus maletas preparadas en la consulta. Iba a irse, como cada fin de semana, a su casa en Tuxtla. Su madre recuerda la última conversación con su hija: “Estaba muy apurada. Más de lo normal. Tenía mucha prisa y la noté muy angustiada. Me contestó llorando. Insistía en que la estaban acosando y que iba a volver a buscar a la directora. Quedamos en volver a hablar cuando terminara su trabajo, pero ya no pude. Ni siquiera sé si fue esa noche o al día siguiente por la mañana cuando la mataron”.
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