Louis van Gaal deja los banquillos. El técnico holandés, de 65 años, anunció al dairio TheTelegraaf, que se retira por un año. Lo hace por motivos familiares, y es que la repentina muerte de su yerno ha transformado por completo los planes del estratega, después de ser despedido del Manchester United en mayo de 2016 en su segunda temporada en el banquillo de los Red Devils.
En diciembre el marido de una de sus hijas (Renate y Brenda) falleció repentinamente, un acontecimiento que ha golpeado de lleno a la familia y que ha hecho que el entrenador se replantee sus prioridades de tal forma, que la posibilidad de ir a entrenar a China, donde contaba con suculentas ofertas, ha quedado totalmente descartada.
Atendiendo a sus palabras, la última parada de Van Gaal como entrenador habrá tenido lugar en Inglaterra, en el Manchester United, un equipo al que llegó en 2014 y en el que no logró triunfar. Lejos queda su etapa en el Ajax, entre 1991 y 1997, con el que ganó tres títulos de la Eredivisie, una Copa, tres Supercopas de Holanda, una Liga de Campeones, una Copa de la UEFA, una Supercopa de Europa y una Copa Intercontinental, su periodo de mayor éxito como técnico.
Sin embargo, su trayectoria como entrenador levantó vuelo tras su desembarco en el Barcelona (1997-2000), un periodo en el que sumó dos Ligas, una Copa y una Supercopa de Europa. Aun así, su carácter agrio le confió una imagen por momentos desagradable, quien no recuerda su famoso "Siempre negativo, nunca positivo" que perdura en la memoria de los aficionados azulgrana.
Algo que no invalida su currículo en el Camp Nou, y en el que puede presumir de haber dado la alternativa a futbolistas como Xavi o Puyol, a la postre iconos del barcelonismo. Su mala relación con el entonces presidente José Luis Núñez le hizo dimitir al final de la última temporada, un curso en el que entre sus asistentes se encontraba José Mourinho.
*Con información de La Opinión