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En días anteriores, la Junta Directiva del Congreso anunció la suspensión de contratos que ya habían sido autorizados para este año por la anterior administración, encabezada por la entonces diputada oficialista y presidenta del organismo, Shirley Rivera.
Sin embargo, fue la actual quinta secretaria, Sonia Gutiérrez, quien dio a conocer la cantidad de personal que esa directiva quiso "dejar amarrados" a la actual gestión durante tres meses.
"Se nos informaba que hay 182 contratos de 022 y 22 contratos 029, y esos contratos, muchas veces, no sabemos bajo qué criterios, porque son favores políticos", dijo la parlamentaria, durante una entrevista transmitida por la televisión.
En total serían 204 plazas que ahora están bajo análisis, pues, según las nuevas autoridades del Legislativo, se determinará si son necesarias y si el salario que se les pretendía asignar corresponde a sus funciones.
Sin plazas fantasmas
Las recientes declaraciones de Gutiérrez complementan lo dicho a principios de esta semana por la primera secretaria del organismo, Karina Paz, quien hizo ver que se busca evitar las denominadas plazas fantasmas.
"No queremos plazas fantasmas, no queremos abusos de salarios altísimos para perfiles que ni siquiera vienen a trabajar o que no cumplen con las posiciones a las que están a cargo", señaló.
También hizo ver que se está haciendo una auditoría centrada en el personal activo, al cual, manifestó, se busca dignificar.