Guatemala volvió. Después de 708 días, la Selección Nacional volvió a jugar al fútbol en el estadio nacional Doroteo Guamuch Flores.
Lo hizo en un partido amistoso, sin presión, pero con la ilusión de los 17 mil aficionados que asistieron a la cancha y la de los millones que vieron el partido por televisión.
Fue un partido como son todos los amistosos, ante un rival inferior, Cuba, y con muchos cambios. Un partido más hecho para hacer pruebas y volverlo una fiesta, pero para exigir a los jugadores nacionales.
Aún así, para cumplir con los aficionados al fútbol de Guatemala, el técnico nacional, Walter Claverí se tomó el partido en serio y alineó a un equipo competitivo y joven.
El marcador se abrió al minuto 7. Frank De León ganó la línea de fondo y centró al punto del penal. Allí, pescó la pelota José Márquez que, sin dejarlo caer al suelo, remató de pierna izquierda.
La segunda anotación fue obra del nuevo “20” de la Azul y Blanco, Danilo Guerra, que remató de cabeza un centro perfecto del joven Ángel Cabrera.
La última anotación nació de la viveza del juvenil delantero José Carlos Martínez, que un descuido del portero cubano le ganó la posición y provocó un penal. La pena máxima la convirtió en gol Marvin Ceballos para poner el 3 a 0.
Guatemala aún mira muy lejos una participación oficial, pues no podrá jugar los partidos de ubicación de la Liga de Naciones y ya quedó fuera de la Copa Oro del próximo año, aún consecuencia de la suspensión de FIFA.
Su próximo partido será el sábado, ante Cuba de nuevo, en el estadio Mario Camposeco de Quetzaltenango.