La gendarmería de Chile confirmó que logró frustrar una fuga de internos desde el penal Santiago 1, la cárcel más grande del país, en medio del pánico por los contagios de coronavirus.
Durante la tarde del jueves unos 200 internos provocaron desórdenes y quemaron prendas de vestir y colchones en un intento de motín, que obligó al ingreso de efectivos de la Policía y de bomberos para controlar la situación en la cárcel.
Columnas de humo que emergían del interior de la cárcel eran visibles desde varios puntos de la capital chilena, mientras que en las afueras del penal, en las cercanías del centro de Santiago, se congregaron cientos de familiares, que denunciaron escasas condiciones higiénicas en el establecimiento.
"Esto fue un intento de fuga que la institución frustró debido a un trabajo de inteligencia que comenzó la tarde" del miércoles, dijo el inspector de gendarmería, Eduardo Muñoz.
Los desórdenes se generaron cuando los internos se dieron cuenta de que sus planes de escaparse fueron frustrados, agregó Muñoz.
"Con el coronavirus había incertidumbre entre los presos y se pusieron a hacer motines para que los cuidaran", dijo Ricardo, de 42 años, cuyo hijo está preso en este penal, que con cerca de 4 mil internos, es la cárcel más grande de Chile.
En otros países de América Latina, como Brasil o Venezuela, se han registrado fugas masivas desde cárceles, motivadas por el temor de la población penal a los contagios de coronavirus y las medidas restrictivas aplicadas por las autoridades.
El intento de fuga se produjo cuando en Chile se registran 342 casos de coronavirus.
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