Diputados, médicos, la PDH y hasta directores de hospitales nacionales, han exigido al Gobierno que habilite el Centro Médico Militar para atender casos de Covid-19, pero pese a ello, esto no ha ocurrido.
EN CONTEXTO: Centro Médico Militar no apoyará a Salud en la tercera ola de Covid-19
Pacientes con oxígeno en sillas plásticas, en carpas bajo la lluvia o tirados en el suelo, han sido los tristes escenarios que se han observado en los picos más altos de contagios del Covid-19.
En varias oportunidades, diversos sectores y personas han pedido el apoyo del Gobierno para que se habiliten espacios como los del Centro Médico Militar, pero la respuesta ha sido nula y en su lugar se ofreció un Campamento Militar que, si bien cuenta con camas, no son las más adecuadas y hay que acondicionar las áreas.
En mayo del año pasado, justo cuando empezaba la primera ola de contagios, el procurador de los Derechos Humanos, Jordán Rodas, publicó una carta dirigida al presidente Alejandro Giammattei en la que pedía hacer uso "inmediato" del Centro Médico Militar y le indicaba que podía basarse en la Ley de Orden Público, pero no fue escuchado
La exigencia la repitió a principios de septiembre. No fue el único. Médicos del Roosevelt, diputados, directores de hospitales y otros colectivos y personas individuales los han solicitado, pero sus voces no han tenido resonancia. ¿Por qué?
El argumento
Según el vocero del Ejército, Rubén Téllez, el Centro Médico Militar se financia con ingresos propios, las cuotas de los militares en alta y los jubilados, aunque reconoció que recibe una parte del presupuesto del Ministerio de la Defensa (Mindef).
"Es como el IGSS (Instituto Guatemalteco de Seguridad Social), el cual no acepta a personas que no sean sus afiliadas, porque ellos son quienes sostienen los servicios", argumentó el vocero.
Sin embargo, el Centro Médico Militar se diferencia del IGSS en que aparte de las cuotas de los militares, también recibe la mayor parte de su presupuesto de fondos públicos.
De acuerdo con Téllez, para este año el Centro Médico Militar tiene un Presupuesto de 151.3 millones de quetzales, de los cuales el 59% (Q89.3 millones) los recibe del Presupuesto Estado a través del Ministerio de la Defensa. El otro 41% se divide prácticamente en dos: una porción la pagan los militares que activos y jubilados, y otra parte de los recursos privativos, es decir, lo obtienen de los servicios privados que presta el hospital.
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Haciendo cuentas
En el Sistema de Contabilidad Integrada (Sicoin) del Ministerio de Finanzas, se detalla que el Estado no aportó sólo 89.3 millones de quetzales (59%) del presupuesto del Hospital Militar, sino que se le asignó en un principio 111.7 millones de quetzales, que luego se incrementaron a 129.5 millones de quetzales.
Es decir, si el presupuesto de gastos del Hospital Militar es de 151.3 millones de quetzales como aseguró Téllez, el Gobierno estaría financiando con los impuestos de los contribuyentes el 85.6% del total de los recursos.
Aunque el vocero del Ejército argumentó que el financiamiento es similar al del IGSS y que por ello no se aceptan otros afiliados, no es así. Según la Ley Orgánica del Seguro Social, este se financia con un 50% que otorgan los patronos y el Estado y los trabajadores aportan un 25% cada uno.
Sin embargo, hay que recordar que desde mediados de 1950, el Gobierno se ha negado a otorgar la parte constitucional que le corresponde y solo aporta lo que le corresponde como patrono.
Poco espacio
A decir de Téllez, el Centro Médico Militar tampoco sería de mucho aporte para los servicios de salud, pues aseguró que cuentan solo con 71 espacios para el área de Covid-19 de los derechohabientes y personas que contratan sus servicios como hospital privado.
De esas 71 camas, nueve tienen respiradores para los pacientes graves, que se comparten con el área de intensivo que cubre otras enfermedades comunes.
"Nos hemos visto muy complicados. Cuando hay más de nueve pacientes que requieren oxígeno, hay que contratar el servicio, se alquilan o rentan los oxigenadores", justificó.
Campamento militar
Debido a las exigencias de los diferentes sectores, el Ejército ofreció y puso a disposición el Campamento de Tránsito del Centro Médico Militar, el cual es utilizado por los soldados que prestaron servicio en brigadas humanitarias, como en el Congo.
Cuando regresan, los soldados son instalados en el lugar, con el propósito de establecer si no contrajeron alguna enfermedad que pueda poner en riesgo la salubridad del país. Luego de una cuarentena se retiran.
El campamento cuenta con cabañas independientes que, según Tellez pueden albergar hasta a 200 personas, pero el coronel Valle, encargado del lugar, aseguró que podrían contar con espacio para unas 86 camas.
¿Por qué no se ha utilizado?
El Acuerdo Interinstitucional entre el Centro Médico Militar y el Ministerio de Salud se firmó desde mayo del año pasado.
Se prometieron 200 camas para pacientes leves, asintomáticos y moderados que no tuvieran un lugar donde aislarse dentro de su vivienda. Un año después, el área nunca se habilitó.
Durante una visita realizada al lugar por la diputada de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), Lesly Valenzuela, las autoridades del Centro indicaron que el área sigue disponible, pero Salud la tiene que acondicionar.
"Salud nunca los ocupó... son instalaciones básicas, adecuadas para que los pacientes estén en un entorno adecuado", explicó el vocero del Ejército.
Mientras que la diputada Valenzuela consideró que ha sido "dejadez" por parte de las autoridades de Salud. "Desconozco realmente qué pasa con ellos. Tienen el área y no la han aprovechado. Recursos para acondicionarla hay. Igual, han tenido áreas grandes en el Parque de la Industria y no hacen por prestar el servicio", criticó la congresista.
De acuerdo con el ministro de Salud, Francisco Coma, el área era para atender a pacientes leves y que requerían un aislamiento por no tener espacio en sus viviendas, pero "las condiciones para pacientes más graves o moderados que requieren oxígeno no estaban dadas", manifestó.
Lucha de poder
La diputada Andrea Villagrán, de Bienestar Nacional (Bien), consideró que el problema ha sido político e ideológico, pues el Hospital Militar sí ha podido brindar apoyo cuando se requiere, más cuando la mayoría de su presupuesto proviene de los impuestos de los guatemaltecos.
El problema, dijo, es que "no quieren ceder poder. Ellos así lo ven, como una pugna política. Creen que se va a debilitar la imagen del Ejército y que se trata de algo político, cuando aquí estamos hablando de temas humanitarios. Muchos hospitales han estado colapsados, y ellos están desahogados. ¡No es justo!".
Mientras que el diputado Aldo Dávila recordó que él visitó el Campamento Militar el año pasado e, incluso, el Ministerio de Salud era el que manejaba las llaves del lugar.
"Llegó el actual ministro Coma y abrió. El lugar contaba con baños, literas, área de cocina, todo para atender a los pacientes. Sigo sin entender por qué no se ha habilitado el área para atender pacientes... Si el Centro Médico Militar ya atendió a Allan Rodríguez (presidente del Congreso) no siendo militar, debería atender a otros ciudadanos. Lo que demuestra es que los guatemaltecos están en desventaja", sentenció.
