El director de Informática del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Gustavo Castillo, acudió este martes al Congreso a ser cuestionado por diputados de la Comisión de Asuntos Electorales.
Los más activos en el interrogatorio fueron diputados que no lograron reelegirse, algunos de ellos incluso no integran la sala de trabajo.
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El parlamentario Luis Hernández Azmitia, quien no integra la comisión y no ganó una curul con Podemos, insistió en el porcentaje de confiabilidad del sistema utilizado para contabilizar los votos.
El presidente de la sala, Domingo Trejo, quien no consiguió su reelección con el Frente de Convergencia Nacional (FCN), pidió verificar si los digitadores tienen afiliación política alguna y se mostró interesado en conocer si variarán los resultados de las corporaciones municipales y diputados.
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Castillo se limitó a decir que los cargos no han sido adjudicados por el TSE.
El parlamentario German Velásquez, que tampoco pudo reelegirse con Podemos y no integra la comisión, aseguró que el TSE no cumplió con sus obligaciones; en tanto que Erick Lainfiesta, quien no consiguió curul con el partido Unidos y tampoco integra la sala, preguntó acerca de si el sistema pudo ser hackeado.
"Sed de venganza"
Consultado sobre esta actitud de los diputados, Renzo Rozal, analista político, explicó que los legisladores buscan alguna especie de protagonismo tras su derrota.
"Los partidos políticos están haciendo fiesta acusando al tribunal y no con argumentos de fondo o aspectos técnicos", señala Rosal.
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Rosal agrega que los diputados no reelectos aprovechan sus últimos días para "saciar su sed de venganza".
Los diputados contemplan hacer una nueva citación con más funcionarios del TSE para resolver dudas acerca de la digitalización de los resultados.
