El sacerdote que protagonizó una polémica acción durante un bautizo en Francia ha sido sancionado con no oficiar algunas ceremonias, según lo comunicó la Diócesis de Meaux.
Una encargada de la comunicación de la iglesia dijo que el cura de 89 años no podrá dirigir los oficios bautismales, así como tampoco bodas.
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Sin embargo, la situación, lejos de calmarse, vuelve a tomar auge y a generar indignación por la justificación que se dio sobre el actuar del líder religioso.
La encargada de prensa de la diócesis dijo que, aunque su gesto no es excusable, sí es "explicable: un bautismo es largo y el bebé lloraba mucho".
El sacerdote admitió en declaraciones en la emisora France Info que no supo cómo actuar ante el pequeño.
"A su edad son grandes como para saber que está pasando algo, pero todavía demasiado pequeños para entenderlo. El niño gritaba mucho y yo tenía que hacer que girara la cabeza para echarle el agua. Le decía que se tranquilizara, pero no lo hizo", se justificó.
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*Con información de Infobae
