Un guardia municipal de 34 años, que estaba de descanso junto a un amigo, coincidió en el elevador de Praia Grande, un balneario cercano a la ciudad de San Pablo, Brasil, con un turista de 21 años, que también estaba con un acompañante.
Cuando los primeros quisieron bajar y los otros tuvieron que correrse, se produjo una discusión. No está claro si alguien dijo o hizo algo de más, pero las agresiones no tardaron en llegar.
En un momento, el guardia había quedado fuera del elevador y las puertas ya se habían cerrado. Parecía que todo quedaba allí. Pero el hombre decidió abrir nuevamente las puertas. Entonces, al ver al otro turista —que tenía una gorra roja en la cabeza— le lanzó un puñetazo. Así comenzó una pelea entre los cuatro huéspedes
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La trifulca pasó a otro nivel cuando el agente dejó caer su arma reglamentaria. En ese instante, el hombre de la gorra tomó el arma y empezó a disparar.
Increíblemente, a pesar del tiroteo que se produjo en ese espacio tan reducido, el único herido resultó ser el guardia, que quedó tendido en el elevador, con un disparo en la pierna. Fue trasladado a un hospital, donde lo estabilizaron sin problemas.
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* Con información de infobae