El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, criticó a las autoridades de Petróleos Mexicanos (Pemex) y gobiernos anteriores que sabían de las tomas clandestinas de ductos de combustible y nunca impidieron que ocurrieran.
"Pemex y el gobierno en general estaban al servicio de gente sin escrúpulos, estaban tomadas las instituciones, secuestradas por bandoleros, por una pandilla de rufianes y corruptos", dijo López Obrador.
Por primera vez desde la explosión del pasado viernes en una toma clandestina del municipio de Tlalhuelilpan, Hidalgo, el mandatario expresó abiertamente su enojo por las consecuencias derivadas de omisiones del pasado y la corrupción.
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Advirtió de nuevo que no dará marcha atrás en su plan contra el robo de combustible ni habrá impunidad para quienes han incurrido en este o cualquier otro delito.
"No luché para llegar aquí (a la presidencia) y convertirme en alcahuete de corruptos", dijo López Obrador, quien incluyó en las investigaciones al poderoso líder del sindicato de trabajadores petroleros, Carlos Romero Deschamp.
En su conferencia de prensa anunció que habrá una serie acciones del gobierno para apoyar a las comunidades que han incurrido en el "huachicoleo". Hizo énfasis en que las comunidades incurrían en estas prácticas por necesidad.
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Adelantó que las acciones beneficiarán a más de un millón de personas que viven en los municipios con mayor índices de prácticas de "huachicoleo".
Los beneficios incluye apoyo a personas con discapacidad y adultos mayores, becas para estudiantes de los niveles básico, medio y superior, y trabajo para "miles" de jóvenes, dijo, a quienes contratarán como aprendices.
Para anunciar estos apoyos viajará el próximo martes y jueves a municipios de los estados de México, Hidalgo y Puebla, donde hablará con la gente. "Eso va a ayudar mucho, y lo vamos a hacer aunque no les guste (a sus detractores) y me llamen mesiánico".
*Con información de Infobae
