Día a día Mario Núñez se levanta a las 5:30 de la mañana y se prepara para trabajar como conductor de un autobús en Coquimbo, Chile.
Además de su arreglo personal, el hombre de 71 años debe preparar a su esposa, Fresia Farías.
Núñez debe levantar a su pareja, vestirla, lavarle los dientes y llevarla al baño. Después de esta rutina ambos suben al bus que el piloto maneja e inicia su responsabilidad.
Pero... ¿por qué Fresia acompaña a Mario en el bus hasta que termine el turno?
La mujer de 65 padece Alzheimer y el hombre debe llevarla junto a él durante su jornada de 10 horas dentro del vehículo.
La ruta de Mario recorre La Serena y Coquimbo, y a pesar de que Fresia no es consciente de lo que ocurre a su alrededor se sienta en la primera silla del medio de transporte y mira el paisaje o toma una siesta.
Ella ya no puede quedarse sola en casa pues perdió por completo su autonomía.
"A mí me da pena hacerlo porque la veo durmiendo y no quisiera levantarla", agregó.
El piloto contó en una entrevista que muchos pasajeros, al verla, comprenden la situación y son gentiles pero también hay quienes se burlan y eso le duele.
"Hay veces que me dan ganas de autoeliminarnos", dijo Mario en medio de su desesperación.
Como la enfermedad avanzó Mario debe entregarse por completo: "Yo llego a la casa y no converso con nadie, perdí mi vida social, no escucho música, no veo televisión, solo me dedico a ella y a tratar que duerma para yo descansar por lo menos una media hora mientras están en su cama, es nuestro día a día", afirmó.
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Con información de Upsocl