El imperio de la familia Medrano se mantiene intacto a pesar que el exalcalde Arnoldo Medrano enfrenta un proceso penal por el supuesto desvío de 10 millones de quetzales desde la Municipalidad de Chinautla hacia sus cuentas personales.
La sobrina de Medrano, Brenda del Cid, fue juramentada para reemplazar a su tío en una sesión privada del Concejo Municipal a la que se impidió el acceso a la prensa.
Al salir de la reunión, la alcaldesa aprovechó para defender a su tío ante los múltiples señalamientos de corrupción. Contrario a las denuncias del Ministerio Público, del Cid afirma que “en Chinautla nunca han existido obras fantasma”.
Los concejales opositores le pideron un informe financiero y copias de contratos de varios servicios por más de 16 millones de quetzales, por temor a que existan anomalías. Del Cid dice estar dispuesta a entregar la información y agregó que “hay que darle el beneficio de la duda” a su tío.
Medrano ocupó la alcaldía durante 27 años, pero no pudo competir en las pasadas elecciones porque la Contraloría General de Cuentas no le extendió el finiquto. El camaleónico político competiría en estos comicios por el Partido LIDER y para no desaprovechar los recursos invertidos en la campaña política decidió lanzar a su sobrina, a quien acompañaba en los mítines. Luego de estar 6 periodos en el cargo, Medrano tendrá que conformarse con ser el poder tras el trono.
