El guatemalteco Roberto García transformó un viejo bus escolar y lo convirtió en un medio para llevar los sabores de su tierra y causar sensación en Long Island, Estados Unidos, su restaurante sobre ruedas se llama "Garcia's Taco Bar".
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Tras haber adquirido un autobús escolar para hacer una casa rodante junto a su esposa Jennifer García; el guatemalteco Roberto García decidió convertirlo en su medio para ganarse la vida y recordar Guatemala.
Pero, para no olvidar su tierra, decidió pintar el bus como si fuera un bus extraurbano de Guatemala. Ahora, el "foodtruck" no pasa desapercibido por sus llamativos colores y sus delicias.
El menú incluye tacos, shucos, churrasquitos guatemaltecos, carnitas, chicharrones, tamales y frescos nacionales (jamaica, horchata, tamarindo), sus especialidades son buscadas por los estadounidenses.
El negocio se hizo popular de boca en boca y ahora los comensales hacen fila para degustar de la humeante carne que asan afuera, incluso hay personas que viajan para conocer este particular bus ubicado en la pequeña ciudad de Islip, en Long Island, Nueva York.
"Viene gente de Connecticut, Nueva Jersey, Massachusetts, Pensilvania, para ver el autobús, es lo más cerca que pueden estar de nuestra casa, las personas que no pueden regresar”, dijo Roberto al medio local Greater Long Island.
Acerca de su éxito Roberto contó:
“Desperté un día y mi teléfono explotó con personas que nos agregaban, personas que preguntaban ‘¿Dónde estás? ¿Dónde estás?'”, dijo Jennifer García. “Nos volvimos virales en Tik Tok”.
Los shucos son lo más pedido del menú, además de ser algo diferente para los locales es la comida callejera que más recuerdan con cariño los guatemaltecos que están fuera. Roberto también se encargó de revivir las tradicionales "Cremitas", una bebida muy popular en Guatemala.
Garcia's Taco Bar, se encuentra en 555 N. Research Place en Central Islip. Long Island. Atiende los viernes, sábados y domingos.
Una renovación guatemalteca
Para transformar su nuevo bus en un auténtico restaurante con sus raíces, Roberto lo envió a Guatemala y fueron los auténticos artesanos los encargados de dar nueva vida a este medio de transporte, una auténtica joya para recordar las calles que lo vieron crecer.
“Cada autobús escolar que se retira en los EE. UU. tiene un mercado más grande en Centroamérica, este es nuestro transporte público", explicó el empresario al medio.
Esta es una hermosa forma de recordar el lugar que lo vio nacer.
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*Con información de Greater Long Island.
