En medio de protestas de veteranos militares y republicanos guatemaltecos, la vicepresidenta de Estados Unidos (EE.UU.), Kamala Harris, llegó finalmente a Guatemala.
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La Fuerza Aérea Guatemalteca (FAG) estaba completamente rodeada por un cordón de máxima seguridad. Al lugar fueron enviados agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) y de varias fuerzas de seguridad como el Grupo de Reacción Inmediata Lobos (GRIL), y del Grupo de Acción Rápida (GAR), y de la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad de la Presidencia (SAAS).
Incluso, agentes del servicio secreto instalaron armamento de alto alcance, para proteger la llegada e integridad física de Harris, quien busca acuerdos con Guatemala y México para reducir la migración irregular hacia EE.UU.
Además de personal de la armada estadounidense, estaban en el lugar ambulancias por cualquier percance que podría ocurrir en la FAG.
El vuelo fue convulso. Minutos después del despegue del Air Force One hacia Guatemala, Harris se vio obligada a retornar debido a problemas técnicos. "Todos rezamos un poco, pero estamos bien", dijo la vicepresidenta estadounidense.
Sin embargo, realizaron un cambio de avión hacia el Air Force Two y volvió a emprender su viaje. Esto generó retrasos en su arribo al país, pero finalmente llegó.
En la FAG también se encontraba el embajador de EE.UU. acreditado en Guatemala, William Popp. Mientras que del Gobierno guatemalteco estuvo presente el canciller Pedro Brolo, pero no el presidente Alejandro Giammattei.
En su primer viaje fuera de EE.UU. siendo vicepresidenta, Harris arribó a Guatemala a las 18:20 hora local, para reunirse con autoridades de Gobierno, así como con representantes de la sociedad civil, empresarios y otras personalidades.
Sin embargo, el departamento de Comunicación de la Vicepresidencia de Guatemala informó que, hasta el momento, solo se contemplan reuniones con Giammattei, y no con el Guillermo Castillo.
Una alfombra roja, con varios arreglos florales, fueron instalados en la Fuerza Aérea para recibir a la vicepresidenta estadounidense.
El objetivo primordial es buscar soluciones para evitar la migración irregular hacia EE.UU., pero también se sabe que se prevé la firma de tres acuerdos bilaterales relacionados con la seguridad fronteriza, la lucha contra la corrupción y el desarrollo económico.
Entre 2015 y este 2021, Estados Unidos ha deportado cerca de 230 mil guatemaltecos. La mayoría de personas migran por la inseguridad, la falta de oportunidades. Se calcula que, en Guatemala, dos de cada 10 personas viven en la pobreza.