La población de San Juan Alotenango, Sacatepéquez, vive un día triste luego de la erupción del Volcán de Fuego que dejó al menos a 40 fallecidos (aún no confirmados) y a miles de afectados de varias comunidades cercanas al coloso.
Decenas de personas y vecinos se acercaron a la plaza de este municipio para apoyar en las labores de voluntariado; otros llegaron a mostrar su pesar a quienes han perdido familiares y hoy les daban el último adiós.
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Tras ser identificados, los cuerpos son velados en la plaza principal, mientras los elementos de rescate van y vienen de las cercanías del volcán para continuar con las labores de rescate.
Llanto y dolor
Una de las escenas más tristes fue ver a una señora que hablaba por teléfono mientras lloraba y contaba que uno de sus familiares había aparecido sin vida.
“Ay, mi negro, por qué se fue. No sé qué voy a hacer. Por qué él”, se lamentaba mientras otros vecinos la rodeaban para confortarla.
En el centro de acopio, elementos de Bomberos Voluntarios, Municipales, del Ejército, Policía Nacional Civil y de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres recuperaban fuerzas luego de la larga labor de rescate.
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Sin agua
Esta comunidad pide agua potable, ya que las tuberías dejaron de funcionar y no tienen líquido para preparar alimentos.
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