Ser bombero sin duda requiere mucho valor para enfrentarse al fuego o condiciones de peligro; requiere de coraje, demostrar sensibilidad o dureza en momentos difíciles. En el mercado de La Terminal, este viernes 18 de marzo, se escribió un nuevo capítulo de tristeza, un incendio acabó con la vida de dos niñas y dejó la historia de uno de los tantos ángeles guardianes que nos protegen en la tierra.
Alejandra Giraldo fue un ángel guardián para Emilia y Lilian, la hermana y madre de las menores Ángela y Verónica Crisóstomo, cuyas vidas fueron arrebatadas en un incendio en La Terminal de la zona 4.
Giraldo, con 4 años de servicio en los Bomberos Voluntarios, demostró su valor y coraje para cuidar de ambas en momentos desgarradores. Las imágenes hablaron por sí solas, cuando Emilia gritaba su culpa, mientras su ángel de la guarda le sujetaba fuerte y brindaba palabras de aliento.
La bombera no dejó en ningún momento el cuidado de ambas, hasta llevarlas personalmente a un centro asistencial para recibir tratamiento.
Alejandra reconoció que, aunque es difícil, logra mantener la calma, porque es en ese momento que las personas requieren atención. Posteriormente "hago ejercicios o lloro para sacar todos los sentimientos que llevo, esa es la parte más humana", afirma.
Giraldo quien pertenece a la segunda compañía de los bomberos y cuando se requiere su servicio se le llama para realizar el turno. Este viernes le tocó estar en el momento justo para atender a las sobrevivientes.
Alejandra de 31 años de edad posee una carrera de Psicología Clínica y es parte de los más de 5 mil 800 bomberos voluntarios, que en su mayoría no reciben salario.
Los hechos