Eduardo Ramos Chicoj, de 13 años, es un joven que vive en Chichicastenango, en el departamento de Quiché. A su regreso de la escuela, a Chicoj se le rompieron sus zapatos. Ya desgastados y viejos, la suela de su calzado se había desprendido.
Antes de llegar a casa, sabiendo que tendría que volver a la escuela al día siguiente y no podía darse el lujo de comprar otros, decidió repararlos él mismo. El joven se sentó en la banqueta a intentar reparar sus zapatos.
La escena del joven llamó la atención de los agentes de la División de Seguridad Turística (Disetur) de la Policía Nacional Civil (PNC). Conmovidos por la escena, los agentes reunieron dinero y llevaron a Chicoj a una zapatería local para que eligiera unos zapatos.
Según informó el departamento de comunicación de la PNC, los agentes se aseguraron que los zapatos fuera de su provecho y luego Chicoj se dirigió a casa.