Un informe de la CIDH reveló que existen un plan denominado 'Colosio' para asesinar a Bernardo Arévalo, pero ¿de dónde surge ese nombre?
EN CONTEXTO: CIDH: El plan 'Colosio' para asesinar a Bernardo Arévalo
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó medidas cautelares en favor de Bernardo Arévalo y Karin Herrera; y en su informe revelaron que existe un plan denominado 'Colosio' para asesinar al Presidente electo de Guatemala.
El informe fue publicado este jueves 25 de agosto por la CIDH, luego que fuera solicitado el 24 de julio por Alfredo Franco y Chistian González, en favor del binomio presidencial electo.
En el documento se reveló que tres fuentes diferentes de instituciones estatales con alto grado de fiabilidad advirtieron al cuerpo de seguridad de Arévalo sobre un plan denominado 'Colosio' para acabar con la vida del presidente electo.
Pero, ¿cómo surgió el nombre del plan 'Colosio'? En el mismo informe se revela que el mismo hace referencia al asesinato del candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de México, ocurrido en 1994.
¿Quién era Colosio?
Luis Donaldo Colosio Murrieta fue asesinado el 23 de marzo de 1994 luego de ofrecer un discurso como parte de su campaña política cuando se postulaba para Presidente de México.
La muerte de Colosio se produjo durante un mitin en la colonia Lomas Taurinas, en Tijuana, a donde cientos de simpatizantes que querían escucharlo. Se calcula que en el lugar habían entre 2,500 a 3 mil mexicanos.
Al concluir su discurso, el candidato presidencial mexicano se dirigió a su vehículo con dificultad, debido a la gran cantidad de personas que querían saludarlo.
En el lugar se capturó al autor material de crimen, identificado como Mario Aburto. El ambiente político convulso provocó una serie de teorías de conspiración en los que le atribuyen la autoría intelectual al entonces presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, quien habría cometido el crimen con el apoyo de su jefe de asesores, José María Córdoba Montoya, pero en 2000 se estableció que no existían pruebas sólidas en su contra.
El día de su asesinato, Colosio ofreció un discurso reformista, en el que advertía: "Veo un México con hambre y con sed de justicia. Un México de gente agraviada, de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla".
Agregaba: "México quiere democracia, pero rechaza su perversión: la demagogia. Expreso mi compromiso de reformar el poder para democratizarlo y para acabar con cualquier vestigio de autoritarismo".