Miguel Ángel Gálvez se enfrentó este día a uno de los filtros más complicados en la elección de Fiscal General. En la primera parte de esa evaluación parecía que no conseguiría los puntos necesarios.
¿Cómo lo logró? La fortaleza del titular del Juzgado de Mayor Riesgo B no fueron sus méritos académicos. No tener un doctorado o alguna maestría aprobada, no ser catedrático de algún postgrado ni poseer un título administrativo, hicieron que obtuviera apenas 8 de los 30 puntos de ese rubro.
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En ese momento todo apuntaba a que el juez sería excluido de los elegibles para el sexteto de finalistas, como ha ocurrido con otros aspirantes que recibieron una ponderación baja en ese aspecto y no lograron alcanzar los 60 puntos para continuar.
Sin embargo, en la segunda etapa del análisis, Gálvez repuntó. Su experiencia en los juzgados, un puesto administrativo en una institución pública y el apoyo que ha brindado grupos vulnerables le sirvieron para conseguir una nota de 60 puntos en el aspecto profesional, una de las dos más altas hasta ahora. La máxima nota en ese área es de 65 puntos.
La calificación final para el juez fue de 70, pues sumó dos puntos más en la proyección humana por integrar o laborar gratuitamente en organizaciones que tienen como fin fortalecer entidades públicas.
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Fue de esa manera que Gálvez consiguió unirse a otros diez candidatos que superaron la nota mínima. Hasta las 19:00 horas de este miércoles la Comisión de Postulación, encargada de elegir a los finalistas, ha calificado a 22 expedientes, 12 de estos quedaron fuera de contienda.
El puntaje de cada uno de los candidatos se basa en los parámetros establecidos en la tabla de gradación, un esquema que establece una ponderación específica para los méritos académicos, experiencia profesional y proyección humana, la cual fue aprobada en enero.
