Asesina a su suegro y su comportamiento en el velorio lo delata. Aparentemente el responsable buscaba dinero para pagar una deuda.
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La muerte violenta de Raymundo Barrionuevo, de 84 años causó conmoción en Argentina, luego de ser víctima de un robo en el interior de su vivienda.
El hecho causó repudio y la tristeza de sus familiares que no daban crédito al asesinato del jubilado, pero la historia dio un giro inesperado.
Así lo sostienen las distintas pruebas que ha realizado la Fiscalía a cargo y que señalan a Ezequiel "Peque" Condori, hasta ahora el único acusado por el caso, que tuvo casi una decena de sospechosos y suma detalles tenebrosos sobre la muerte del anciano.
Todo comenzó el 15 de enero. Durante la mañana, Condori ingresó en la vivienda de Barrionuevo, tardando casi una hora en llevar a cabo su fechoría.
El cuerpo del jubilado fue encontrado un día más tarde, cuando uno de sus hijos se acercó a llevarle el almuerzo. Lo encontró tirado en el comedor, sobre un charco de sangre.
El hombre presentaba heridas en la cabeza y múltiples puñaladas en cuello y tórax. Sufrió "un shock hipovolémico" tras lo cual falleció desangrado. La casa estaba revuelta, había sido víctima de un robo.
La violencia del caso causó conmoción. En las primeras horas, la policía detuvo casi a una docena de sospechosos buscando perfiles parecidos a los registrados por las testigos. Pero ninguno había estado en el lugar.
Casi una semana después, ningún dato certero había sobre el responsable. Tanto fue así que la familia comenzó a planificar una marcha que se iba a realizar el 23 de enero para pedir justicia y reclamar que el caso no quede impune, pero a último momento se canceló. Algo había pasado.
La policía detuvo a Condori tras un allanamiento en su casa. Lo señalaban como el hombre que estuvo en el lugar de los hechos. No solo eso, también le hallaron prendas con manchas de sangre, un teléfono celular y lesiones corporales compatibles con la defensa que ejerció el jubilado durante el ataque.
Según contó José Barrionuevo, hijo de la víctima, cuando miraron con detalle las cámaras de seguridad del barrio encontraron la figura de un hombre que tenía el mismo modo de caminar que su cuñado.
De fiesta
Según pudo reconstruir la policía, el hombre salió de la casa y se fue en taxi y se fue a otra comunidad a unos 90 kilómetros del lugar del crimen. Allí pagó un asado para todos sus amigos, junto con varias bebidas alcohólicas. Con el dinero, también aprovechó para pagar algunas deudas que tenía.
Pero uno de los datos más escalofriantes es que volvió y asistió al velatorio de Barrionuevo. Según testigos, el hombre no se acercó al féretro. Lo esquivó todo el tiempo. Su actitud además causó sospechas a la familia, no saludó a nadie y estuvo cabizbajo.
Condorí es sindicado por el delito de "homicidio doblemente calificado por ensañamiento y criminis causae", y podría recibir una pena de prisión perpetua si es hallado culpable.
En las últimas horas además se conoció que el acusado contaba con denuncias de su pareja por violencia y por robo.
