Llegó el turno de Otto Pérez Molina en la audiencia de primera declaración del caso Cooptación del Estado. Este lunes el exmandatario se sentó en el banquillo de los acusados frente al juez Miguel Ángel Gálvez para poder defenderse de los delitos que le sindicaron.
Durante su intervención, Pérez Molina no solo aprovechó para negar las acusaciones, también criticó las actuaciones de dos personas clave en el proceso: el comisionado Iván Velásquez y el colaborador eficaz, Juan Carlos Monzón.
Según el exmandatario, el exsecretario privado de la vicepresidenta miente por enfermedad, lo que clínicamente se conoce como una conducta mitómana. Además, acusó al jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), Iván Velásquez, de ser un egocéntico y de entrometerse en asuntos de Estado que no le competen.
Estos ataques se robaron el protagonismo de la intervención del expresidente, pero otros detalles interesantes también marcaron la hora y cuarto de declaración.
El tono del exmandatario se notó cada vez más agresivo según iba adelantando en sus palabras. La indignación fue aumentando a medida que Otto Pérez iba declarando, lo que hacía que se la quebrara la voz y soltara algunos "gallos".
"No van a encontrar nada absolutamente", señaló Pérez.
Además pidió un examen psicológico para Monzón y Velásquez.
Dentro del listado de temas que tenía Pérez Molina para hablar aparecía el tema de Juan Carlos Monzón. En el texto se observa mal escrita la palabra "estructurado".
- TE PUEDE INTERESAR: Otto Pérez arremete contra Iván Velásquez en primera declaración
"Él sí llega con un plan extructurado como él manifiesta en sus declaraciones", se lee en el guión.
En prisión, la lectura ha sido una de las ocupaciones de Pérez Molina. En sus declaraciones confirmó que había leído una obra titulada: "Qué hacer en el peor día de su vida", que parece acorde a las circunstancias del exmandatario.
El pastor y autor Brian Zahnd tiene como objetivo fortalecer la moral de los lectores a través de la historia de vida del rey David.
Para justificar los supuestos regalos recibidos el presidente indicó que si eran obsequios, no había razón para esconderlos. "Más bien los hubiera lucido", señaló.
"Sería muy pendejo, señor juez, haber tenido esas comisiones y regalos, renunciar al cargo, presentarme ante usted y enfrentar la justicia", explicó.