Lo que comenzó como un sueño, un ideal, se ha hecho realidad: una casa de cincuenta metros cuadrados con luz, agua y drenajes que no dependen de ninguna empresa y que la convierten en la primera vivienda social inteligente en Guatemala.
Esta vivienda fue creada por Antonio Aguilar, un astrofísico guatemalteco graduado de la Universidad de Harvard, que se aburrió del trabajo abstracto y decidió hacer algo para cambiar el país. Lo hizo a través de la empresa Cassa, dedicada a la construcción de un modelo de vivienda social inteligente.
Antonio Aguilar estudió durante cuatro años una licenciatura y una maestría en Astrofísica y coincidió en la universidad nada menos que con Mark Zuckerberg, el creador de Facebook. Fue por eso que Aguilar se convirtió en el noveno usuario de esa red social cuando apenas surgía.
Además, hace algunos meses ganó un concurso patrocinado por la NASA, en el que presentó junto a Carlos Rivers un tipo de turbina hidroeléctica que reduce la vibración y hace más eficiente la creación de energía.
Antes de regresar a Guatemala también creó un fondo de inversión que buscaba conseguir dinero para proyectos sociales pero se dio cuenta que estaba "haciendo que los millonarios se volvieran más millonarios".
Fue por eso que decidió fundar Quetsol, una empresa dedicada a vender kits de paneles solares y bombillas LED de bajo costo, para que fueran accesibles a personas de bajos recursos.
Y de Quetsol nace la idea de las viviendas sociales inteligentes. “Cuando llegaba meses después de instalar el kit me daba cuenta que las bombillas ya no servían porque estaban opacadas por el humo de las estufas de leña”, comenta Antonio.
Los kits de paneles solares solucionaban el problema de la energía eléctrica, pero esas familias no tenían acceso a agua potable ni a un servicio sanitario. Además de vivir entre el humo de la leña que según un estudio de la Organización para la Alimentación y la Agricultura de Naciones Unidas (FAO) es la primera causa de muerte en la niñez en Guatemala.
La casa creada por Aguilar cubre todas las necesidades básicas de un hogar:
- Estufa de leña: La estufa de leña está fabricada con metal y azulejo. Es cerrada y con un ducto para que el humo no se quede en la casa.
- Agua potable: El agua potable es el agua de lluvia capturada con ductos en el techo que se almacena en una cisterna (suficiente para 3 meses de consumo) y luego llega a la casa con una bomba de agua. Es potable porque pasa por un “Ecofiltro” que la limpia. El agua alimenta una ducha, un sanitario y un lavatrastos.
- Panel solar: Un panel solar de 150 watts suficiente para alimentar siete bombillas LED, una bomba de agua, una computadora y un televisor.
- Drenajes: Toda el agua gris (ducha y lavatrastos) llega a un huerto donde es reutilizada. Las aguas negras (sanitarios) son transportadas a un drenaje construido con piedra pome que separa los sólidos de los líquidos.
- Construcción sostenible: La casa está realizada con paredes de bambú repelladas con cemento totalmente anti sísmicas. Tiene dos habitaciones, un baño y un espacio compartido para comedor y cocina.
La primera casa de este tipo se construyó en Santa Lucía Utatlán, Sololá y es propiedad de Amílcar, un profesor de primaria del municipio, que siempre estuvo interesado en una casa autosostenible.
Una casa de este tipo tiene un precio aproximado de 100 mil quetzales. Según la Cámara de la Construcción ese es el precio aproximado de una vivienda mínima construida con block, cemento y láminas sin contar el precio de la tierra.