El azar quiso que dos antiguos compañeros de la Escuela Politécnica se encontraran en el mismo piso del edificio de Tribunales. Las cámaras de TV Azteca estaban ahí para captar el momento, que difundieron en su cuenta de Twitter, Hechos Guatemala.
La vida ha llevado por caminos muy distintos a estos dos hombres que compartieron aulas. El primero guarda prisión desde hace más de 15 años, sentenciado por el asesinato del Obispo Juan Gerardi y ahora acusado de encabezar una red de corrupción en el Sistema de Presidios del país. El segundo es el hijo del presidente y alcalde de Mixco. Está procesado por violar los derechos laborales de los colaboradores de la corporación municipal que dirige.
Lima, atento siempre a la oportunidad política, intentó abordar a Pérez Leal, quien hacía lo posible por ignorarlo.
En vez de aceptar la actitud de "si te ví, no te conozco" del hijo del mandatario, Lima se dirigió hasta el hoy alcalde de Mixco, se plantó frente a él y le sacudió el zapato. Ante la mirada sorprendida e incómoda de Pérez Leal, Lima insistió extendiéndole las manos engrilletadas.
Al terminar la audiencia de Pérez Leal, Lima volvió a acercarse para despedirse del alcalde de Mixco. La prensa que se encontraba en el lugar rodeó a los dos hombres. "No tengo negocios con él", se apresuró a aclarar el alcalde. "Sí, fuimos compañeros en el Ejército", admitió el hijo del presidente ante la pregunta de un periodista, que inquiría si eran amigos.
La situación era tensa. Lima insitía y trataba de darle las manos engrilletadas a Pérez Leal. La seguridad del alcalde intervino, empujando a Lima para sacar al alcalde del lugar.
"La vida da muchas vueltas", concluyó Lima después. "Si ellos terminan presos, ¿a quién, a quién, van a pedirle ayuda para sobrevivir en la cárcel?", preguntó.