Asía, Europa y Estados Unidos pelean por ser los primeros en desarrollar la tecnología 5G en la vida cotidiana de las personas. Asia hará sus pruebas durante las Olimpiadas de Invierno en Corea del Sur, Estados Unidos planea hacerlo el próximo año, y la Unión Euoropea desea desembolsar más de 700 millones de dólares para financiar el desarrollo.
La red 5G fue el central del Mobile World Congress 2016 (MWC), inaugurado este lunes en Barcelona, además de aumentar la velocidad del internet, deberá organizar la cohabitación entre los "smartphones" y millones de objetos domésticos conectados a la red, tales como refrigeradoras, casas y vehículos, para lo cual podría contar con el apoyo financiero de la Unión Europea (UE), quien estaría dispuesta a invertir 772 millones de dólares en su desarrollo.
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Actualmente, la UE controla el consorcio público-privado Partenariat 5G (5GPPP), para desarrollar antes de 2018 las soluciones técnicas para responder a las problemáticas ligadas a estos usos.
Pero Europa no es la única competidora en el desarrollo del 5G, Asia quiere seguir siendo protagonista y en 2018 quiere realizar un ensayo a gran escala en Corea del Sur, en ocasión de los Juegos Olímpicos de Invierno de PyeongChang, y en 2020 lo repetirían en Japón durante la cita olímpica de verano en Tokio.
Los estadounidenses tampoco quieren quedarse atrás y los operadores Verizon y 1T&T anunciaron, en septiembre e inicios de febrero respectivamente, el lanzamiento de las primeras pruebas de campo este mismo año.
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Para los consumidores, el 5G debe aportar más velocidad y más ancho de banda para permitir el desarrollo del video en línea y de ultra definición (8K), la realidad virtual o incluso la llegada de los hologramas.
Pero más allá de las necesidades humanas, el principal reto del 5G es la esperada explosión del internet de las cosas en campos tan variados como sensores, sanidad, transporte o máquinas industriales, para los que el 4G no está adaptada.
"El 4G fue una evolución del 3G, con más ancho de banda y más velocidad, pero a nivel general el mismo ecosistema, mientras que la 5G pretende habilitar toda una serie de usos que se salen de este ecosistema" como la sanidad electrónica, la industria 4.0 o los transportes por ejemplo, explicó Viktor Arvidsson, director estratégico en Francia de Ericsson.